Iberdrola ha celebrado este sábado en el Monte de Aldehuela, en Salamanca, el VIII Día del Voluntariado en Castilla y León, con actividades dirigidas a la conservación directa de espacios naturales y sensibilización sobre la importancia de conservar el patrimonio natural.
Tras el éxito cosechado la pasada edición con la práctica de actividades deportivas adaptadas en el río Duero, la compañía apuesta este año por la realización de un interesante taller de construcción y colocación de cajas nido.
Las aves necesitan de estos pequeños espacios para nidificar y protegerse de las inclemencias atmosféricas o de la acción depredadora de otros animales, consiguiendo la estabilidad y permanencia de estas poblaciones en el ecosistema forestal. Además, el aumento de las poblaciones de aves potencia el control de plagas de ciertos insectos y gracias a la colocación de cajas nido, aumentan las aves insectívoras y éstas podrán controlar las poblaciones de insectos que pueden causar daños a las especies vegetales presentes en los bosques.
Tras la colocación de las cajas nido, medio centenar de personas, entre beneficiarios y voluntarios, han podido disfrutar de un paseo por la ribera del Río Tormes con interpretación del medio.
Los voluntarios de Iberdrola han compartido esta jornada medioambiental inclusiva con jóvenes en situación de vulnerabilidad de Escuelas Pías Santiago Uno, en el marco del compromiso de la compañía con la integración social.
Esta iniciativa se suma a un programa más global que SEO/Birdlife e Iberdrola vienen desarrollando de manera continuada. Ambos trabajan conjuntamente para la conservación de las aves, por el cuidado del medio ambiente y para las personas que conviven con la naturaleza.
Asimismo, la jornada de hoy es una nueva muestra de la implicación de Iberdrola con personas en situación de vulnerabilidad de las zonas donde está presente así como del compromiso de la compañía con el medio ambiente.