Las ‘horas serenas’ de Unamuno

La Asociación Amigos de Unamuno trae esta semana un soneto de 1925

Horas Serenas

Horas serenas del ocaso breve,
cuando la mar se abraza con el cielo
y se despierta el inmortal anhelo
que, al fundirse la lumbre, lumbre bebe.

Copos perdidos de encendida nieve,
las estrellas se posan en el suelo
de la noche celeste, y su consuelo
nos dan piadosas con su brillo leve.

Como en concha sutil perla perdida,
lágrima de las olas gemebundas,
entre el cielo y la mar sobrecogida

el alma cuaja luces moribundas
y recoge en el lecho de su vida
el peso de sus penas más profundas.

8-VI- (1925)

Desde el Alto soto de torres, por la Asociación Amigos de Unamuno.

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