El alcalde de Salamanca y presidente del Partido Popular de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha aprovechado este viernes una comparecencia pública en Cruz Roja para hablar sobre otros temas de actualidad.
En primer lugar, Mañueco habló sobre la sucesión de Mariano Rajoy al frente del partido. “El PP de Castilla y León, sobre este asunto, ha puesto de manifiesto ya, por mi boca y por la boca de los presidentes provinciales, que vamos a ir en una única dirección, que vamos a poner de manifiesto una postura única y, sobre todo, buscando una candidatura única también, de unidad, y que sea una candidatura fuerte, desde el respeto, por supuesto, a todas las posiciones y posturas que puedan plantearse”, dijo.
Añadió que “tenemos que actuar con inteligencia, independientemente de si hay una o varias candidaturas”, añadió, y manifestó que no está “ni a favor de esa persona (en referencia a Feijóo) ni de otras”, ya que “a mí no me consta que haya ninguna candidatura”.
En segundo lugar, respondió a la calificación de “tortuga perezosa” que recibió por su actividad como alcalde. “Yo a estas alturas de la vida ya estoy curado de espanto”, replicó. “El problema es que la realidad de la ciudad de Salamanca hoy, 7 años después de ser alcalde, 3 años desde la última legislatura, está mejor”.
“Aquí tenemos un ejemplo de lo que estoy poniendo de manifiesto”, dijo refiriéndose al nuevo centro de la Cruz Roja, “para que podamos hacer esto, es fundamental el equilibrio en las cuentas públicas. No hace tanto tiempo, la situación económica en este país era especialmente complicada. Hoy, gracias a unas políticas económicas acertadas, tenemos un crecimiento en el empleo, un crecimiento económico en la ciudad, en nuestro país, importante. Y eso es digno de reconocer y de resaltar”.
Fernández Mañueco añadió que “yo, si fuera concejal, aunque fuera de la oposición, me sentiría orgulloso de ese éxito colectivo que hemos conseguido todos. Luego, a partir de aquí, cada uno tiene la posibilidad de poner los adjetivos calificativos que cada uno quiera”.
Por último, ayer se aprobó en el Parlamento Vasco la petición al Gobierno de una ley orgánica para que Treviño pase a ser territorio de Euskadi. Mañueco quiso declarar que “tengo que poner de manifiesto nuestro rechazo total y absoluto” y anunció que este viernes iba a mantener una conversación con el gobierno de Castilla y León y con el PSOE para mantener una posición común y “defender lo que marca el estatuto de autonomía de Castilla y León, que es que el enclave burgalés de Treviño es, efectivamente, de Castilla y León”.
