Un grupo de unas diez personas tienen una discusión tan acalorada que rompen el silencio de la madrugada, son aproximadamente las 4.45 horas, en la avenida de Portugal a la altura del número 77
Las voces acaloradas se transforman en gritos acompañados por empujones e insultos. El tono de voz se alza y comienzan a gritarse entre ellos.
Tanto es así que los vecinos comienza a asomarse a las ventanas y alertan a la Policía Local. Dos patrullas llegan hasta el lugar de los hechos y apaciguan los exaltados ánimos.
Les piden que controlen el tono y el vocabulario, porque no son horas de «molestar a los vecinos».
Les hacen caso y poco a poco, las pulsaciones van bajando y al final a las 5.00 horas, todo queda en una riña, donde hubo faltas de respeto, lágrimas, empujones, palabras malsonantes y quizá más alcohol de lo permitido.