Los propietarios de talleres en la provincia de Salamanca y de las empresas de grúas de auxilio en carretera son los más perjudicados por el abandono de vehículos en sus instalaciones o recintos.
Salamanca cuenta con unos 400 talleres de reparación de vehículos y varias empresas de grúas de auxilio en carretera. Ambos colectivos empresariales ven como en sus instalaciones ‘duermen’ vehículos semana tras semana. Víctor Manuel Yenes, coordinador del Departamento de Asociaciones en Cofaes, calcula que “están abandonados alrededor de 500 vehículos a día de hoy en talleres e instalaciones de las grúas de auxilio en carretera. Estos empresarios son los que sufren las consecuencias de este desentendimiento”.
La crisis ha hecho mella en los bolsillos de los ciudadanos en muchos aspectos y el abandono de vehículos por sus titulares constituye una práctica demasiado frecuente. “Especialmente en coches de escaso valor. Sus propietarios optan por dejar el coche en la calle, en un taller o en un garaje”, apunta Yenes.
Estos vehículos llegan al taller o a las campas por distintos motivos, los más frecuentes son una avería o un accidente de tráfico. “Los propietarios de los talleres se convierten en los guardianes de estos coches porque están a su guardia y custodia, pero no son suyos. No los pueden vender, ni sacar a la calle, ni llevarlos a un Centro de Tratamientos de Residuos –CATs- hasta que Tráfico lo autorice”, matiza Yenes.
Complicaciones
Se podía dar el caso de que un vehículo estuviera durante años en el taller y no podían hacer nada, porque quizá el propietario volviera a por su coche después de tres años. “El mecánico no le podría decir: ‘Lo he llevado al desguace o lo he vendido’, porque el dueño lo denunciaría, al haberle ‘robado’ el vehículo”, explica el coordinador del Departamento de Asociaciones de Confaes.
Afortunadamente, la Ley ampara, de alguna manera, a los propietarios de los talleres, pero antes de mandar el coche a los CATs deben esperar unos tres meses, en ese tiempo comunicaran al titular del vehículo mediante burofax o carta certificada que el presupuesto para la reparación ya está confeccionado y a la espera de su aprobación, o bien que el vehículo ya está reparado y a su disposición en las instalaciones.
También deberán requerir la retirada del vehículo avisando al propietario de que si en el plazo de un mes no lo lleva se solicitará a la Jefatura Provincial de Tráfico su tratamiento residual. Y por último, siguiendo lo estipulado por la Ley, pasado el mes, el dueño del tallar solicitará a la Jefatura Provincial de Tráfico el tratamiento residual del vehículo, acreditando que ha avisado al propietario del mismo.
“Una vez cumplimentado todo lo estipulado por la Ley, la DGT requerirá al titular del vehículo para que en el plazo de un mes proceda a la retirada del vehículo, con la advertencia de que en caso de no hacerlo se procederá a su traslado a un centro CAT”, explica Yenes.
Yenes, la Ley le garantiza la retirada del vehículo, ¿pero quién sufraga los gastos del trabajo de reparación al mecánico?
Nadie. La Ley les permite retirar el vehículo, que anteriormente ni eso, pero si han invertido horas o han comprado piezas, no se las abonará nadie. Incluso, correrá por su cuenta el enviarles burofax o cartas certificadas a los propietarios. A lo que hay que añadir el coste que supone tener un vehículo ocupando especio en tu taller, porque hay talleres dentro de la ciudad que no se pueden permitir el lujo de tener un coche abandonado meses y meses en sus instalaciones.
Ha mencionado a las empresas de grúas de auxilio en carretera…
Les ocurre lo mismo. Se pueden encontrar en la carretera con un vehículo averiado, abandonado o siniestrado y la Guardia Civil solicitara su retirada. Puede ocurrir, si es un accidente de tráfico, que el dueño no esté en condiciones de comunicar donde llevar el vehículo o incluso ha fallecido y la familia no se hace cargo de ese coche. Ahora, con la ley pueden solicitar llevarlo a un Centro de Tratamiento de Residuos, antes ni eso.