El portero de un pub de Ibiza acaba de convertirse en un fenómeno viral en las redes, gracias a su ingeniosa forma de regular el paso al establecimiento.
Para evitar la entrada de clientes borrachos, que lo mismo te dan las buenas noches que un cabezazo, no ha recurrido a la violencia ni al conflicto.
Antes al contrario, recibió atentamente a un cliente que llegó completamente borracho, al que conminó a someterse a una prueba de alcoholemia.
El chico, ciego como iba, solo atinó a obedecer la invitación a soplar en el aparato que le colocaba el portero del Highlander scottish bar ibiza, en San Antonio. «Sopla en este walkie talkie, te diré si estás demasiado borracho», le contó sin mentirle. El turista soplaba y soplaba y el portero le animaba a que soplara más.
Cuando creyó que ya era suficiente, el vigilante le retiró el artilugio de la boca y lo miró como si de un alcoholímetro se trata para ver el resultado.
No se quedó demasiado satisfecho y le pidió al chico que repitiera, para contrastar el resultado. De nuevo le puso el artilugio ante la boca para que soplara y le animaba a que lo hiciera sin cesar, hasta que volvió a retirárselo para comunicarle que daba positivo y que tenía que irse.
El muchacho, vacilante asumió la sentencia y se marchó pacíficamente sin darse cuenta de que había esta soplando en la antena del walkie-talkie del portero. Tierra llamando a Marte. Cambio y corto.