El Juzgado Contencioso Administrativo número 3 de Valencia ha sancionado a Carles Recio con 9 años de suspensión como empleado público, según informa El Mundo.
Recio, jefe de la Unidad de Actuación Bibliográfica del Archivo General de Valencia, que depende de la Diputación Provincial, había sido despedido después de que fuera pillado sin ir a trabajar durante 10 años.
El tribunal impone dos sanciones, una muy grave de 6 años y una grave de tres años. La sentencia considera que Recio cometió una infracción «continuada», agravada por la «larga duración de la misma» y con «clara intencionalidad de no asistir a su trabajo ni de cumplir las funciones del mismo».
Carles Recio «vino percibiendo sus retribuciones sin contraprestación alguna por su parte, más allá de un cumplimiento meramente formal de los sistemas de control horario», dice la sentencia, que además destaca y critica la «tolerancia administrativa» de la Diputación ante esa actitud.
El tribunal no aplica la sanción más grave, la pérdida de condición de funcionario, porque la Diputación mantuvo «una actitud pasiva» ante los hechos.
Recio acudía todos los días a las 7:30 a su puesto de trabajo, fichaba con su huella dactilar y se marchaba. Luego regresaba a las 15.30 horas para fichar de nuevo, como si saliera.
El funcionario alegó en su día que no iba a trabajar porque era víctima de acoso laboral y que no se le permitía acceder a su lugar de trabajo. Recio tenía un salario de unos 50.000 euros.