Fueron varias las causas que propiciaron el desastre en el rodaje de la esperada película de 1994 ‘Street Fighter: La última batalla’. Dado el éxito del videojuego en el que se basaba, Street Fighter II, y la popularidad de su protagonista, Jean-Claude Van Damme, los fans no se esperaban un resultado tan decepcionante. Hace poco, el director del film, Steven de Souza, reveló uno de esos motivos: la drogadicción de Van Damme.
“No podía hablar de ello en aquel momento, pero ahora sí puedo decirlo claro: a Van Damme se le fue la cabeza completamente durante el rodaje de Street Fighter”, aseguró el director para el diario The Guardian. Según ha narrado, el actor belga consumía en torno a 10 gramos de cocaína al día, lo que produjo multitud de retrasos y cancelaciones durante el rodaje.
A esto se le suma que Van Damme no era un hombre de trato fácil, lo que ayudó a que las jornadas de trabajo fueran un suplicio. Casi siempre llegaba tarde al rodaje porque decía que “tenía que bombear sus músculos” en el gimnasio de su suite, aunque el director tiene otras sospechas.
“El estudio había contratado a un vaquero para que se encargase de él, pero, desgraciadamente, resultó ser peor influencia para él”, cuenta Souza, “Claude estaba tan enfermo que tuve que revisar el guión para buscar otras secuencias que pudiese rodar sin él. Simplemente no podía permitirme quedarme esperando durante horas hasta que él apareciese”.
“En dos ocasiones, los productores le permitieron ir a Hong Kong a pasar el fin de semana, y las dos veces volvió tarde. Los lunes directamente ni aparecía por el rodaje”, añade.