[dropcap]C[/dropcap]on 125 millones de usuarios registrados y un beneficio de casi 300 millones de dólares mensuales, es fácil pensar que puede haber gente de todo tipo en este videojuego.
Estos datos demuestran que Fortnite es el fenómeno del momento. Poco a poco empiezan a surgir equipos profesionales que se preparan para las primeras competiciones serias. Los famosos se apuntan a esta nueva moda, los padres comienzan a jugar con sus hijos…
Si no se tiene cuidado o se es mal jugador, se puede llegar a caer en el acoso. Esta es una de las ‘caras b’ de este famoso juego donde además se están empezando a descubrir casos de estafa, timos o incluso pedofilia.
Los jugadores más jóvenes, blancos fáciles
Fortnite está permitido a partir de 12 años y, además, la mayoría de sus jugadores son menores. De hecho, se sabe que hay niños por debajo de los 12 años registrados en el juego. Los ciberdelincuentes se han aprovechado de la situación y ya han protagonizado algún caso relacionado con la pedofilia.
Para los niños Fortnite es una forma de socialización que, sin duda, tiene riesgos. En el juego se puede conversar y chatear a tiempo real con otros jugadores, y el chat de texto no se puede bloquear. Esto entraña un riesgo extra, porque cualquiera puede iniciar una conversación con un desconocido sin que sus padres tengan constancia de ello.
Hace unos días una mujer británica descubrió una conversación de su hijo de 12 años con un jugador desconocido. Este le ofrecía 50 libras a cambio de realizar actos sexuales mientras jugaban. Un caso de pedofilia que, lamentablemente, no es el único.
Falta de seguridad, timo asegurado
Google y Apple tienen fuertes medidas de seguridad en sus espacios de descarga de aplicaciones. Así, minimizan la existencia de apps con softwares maliciosos. El problema viene ahora que Epic Games se ha saltado a Google y en Android solo se puede descargar el juego a través de su propia página oficial (y de momento solo en Samsung).
Para los hackers y los ciberdelincuentes esto es una facilidad, pues se dedican a vulnerar la web de Epic o incluso crear webs de phishing (suplantación) que se hacen pasar por la página oficial para robar datos bancarios o introducir códigos maliciosos con los que secuestrar los móviles.
El tema de los micropagos es también peliagudo; muchos usuarios se dedican a revender V-Bucks (paVos) a precios más bajos tratándose, en realidad, de una estafa. Desde Epic tuvieron que tomar medidas al respecto para alertar a sus usuarios del posible timo.