Cae desplomado en Saucelle y tardan tres horas en estabilizarlo

El drama de la sanidad en el medio rural
ambulancia soporte vital basico
Una ambulancia de soporte vital básico. (Archivo)

La situación se produjo hace unos días, durante las fiestas de Saucelle, pero puede ocurrir en cualquier punto del medio rural de Salamanca.

 

Un hombre cayó desplomado al suelo y no era el día que tocaba la visita del médico. Se avisaron a las emergencias, pero el helicóptero de Sacyl estaba atendiendo otra emergencia en Ávila.

Una médico que suele veranear en el pueblo  se hizo cargo del afectado.

Pidió que lo llevaran al consultorio del pueblo, pero al llegar comprobó que no podía hacer nada porque no había nada para poder estabilizarlo mientras llegaban los médicos del consultorio de Barruecopardo, pueblo que está a seis kilómetros.

Cuando llegaron solicitaron una ambulancia y Sacyl envió una de Lumbrales, pero era una ambulancia de soporte vital básico (sin médico ni enfermera), porque no hay UVI móvil en la zona.

La ambulancia lo llevó al centro de salud de Vitigudino, pero allí tampoco tenían equipos para estabilizarlo, por lo que se avisó a la UVI móvil de Ciudad Rodrigo, que se hizo cargo y lo llevó al hospital.

Los protocolos advierten de a necesidad de atender a este tipo de pacientes en menos de treinta minutos. «Pasaron tres horas hasta que se le pudo estabilizar», comentó este miércoles María García, de la sectorial de Sanidad del PSOE salmantino.

Es una muestra cruda de lo que se vive en el medio rural de Salamanca. Se necesitaría el doble de médicos de familia  de los que hay para poder atender los consultorios de todos los pueblos, y evitar situaciones como a las que se producen en la actualidad, con municipios que llevan este verano más de 30 días sin ver al médico por allí.

También se necesitan equipos para una primera asistencia en casos graves, como los infartos, «para que no se nos muera nadie más debajo del álamo» que hay en la plaza de Mogarraz, tal y como denunció este miércoles la alcaldesa del pueblo, Concha Hernández. Y todo porque no había un desfibrilador que cuesta 1.200 euros para tender a un infartado lo antes posible.

El pueblo serrano ha comprado uno con sus propios medios, así como un aparato para los electros, con el fin de garantizarse esas pruebas allí mismo.

Otra carencia que se denuncia en el medio rural es la falta de UVI móviles. Ahora solo hay tres para toda la provincia: en Salamanca, Béjar y Ciudad Rodrigo.

Y cuando se necesita un transporte sanitario también puede ocurrir que no haya ambulancias. Hay doce de soporte vital básico en la provincia (sin médico ni enfermera, solo con personal técnico) y tres son solo por 14 horas.

La cosa empeora por la noche, porque solo hay dos ambulancias para toda Salamanca, de modo que si una tiene que llevar a un paciente a Béjar y otra a Ciudad Rodrigo «Salamanca se queda sin ella y hay que esperar tres horas para disponer de una, según denunció María García.

Con el agravante de que esas ambulancias nocturnas se compatibilizan con la sanidad privada, porque Sacyl no las tiene en exclusiva.

Varios municipios de las sierras de Francia y Béjar, así como de la Armuña han iniciado una recogida de firmas para pedir la mejora de la sanidad rural.

El PSOE también pidió este miércoles la dimisión del consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado, a quien considera máximo responsable de la situación.

Los socialistas aseguran que la sanidad pública salmantina se ha deteriorado de este modo porque el PP trata de debilitarla para fomentar la privada y porque la lucha en el PP de Castilla y León, entre el Ejecutivo regional y Mañueco lo están pagando los salmantinos.

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