La Asociación “Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio” ha expresado su preocupación por el estado en el que se encuentran numerosos escudos de la ciudad, «un patrimonio heráldico que habla de la historia local y que hoy día languidece dañado por el olvido, el desconocimiento y el descuido», indica.
Entre los diferentes casos estarían tres escudos de los cuatro que tuvo la desaparecida Casa del Duque de la Roca (Calle Zamora), uno ha desaparecido, hoy en el Campo de Tiro, o los tres escudos que lucía la desaparecida Casa del Corralón (Calle Toro), hoy en el Centro “Lorenzo Milani”.
Los seis blasones padecen las consecuencias de las inclemencias meteorológicas y se muestran notablemente dañados por maltrato y desgastados por carecer de protección, ocultos entre la vegetación y afectados por la misma y visiblemente dañados por las consecuencias de la humedad y de la tierra en la totalidad de cada pieza.
«Una situación de menosprecio es en la que también sobreviven dos bienes propiedad del Ayuntamiento de Salamanca, como lo son el emblema municipal del Parque de la Alamedilla o un escudo en esquina de los jardines del Paseo de Carmelitas, ya que ambos se encuentran a la intemperie, fácilmente accesibles, rodeados de césped y dañados por la humedad del riego».
En las calles Cervantes y Placentinos hay dos escudos, uno del linaje de los García Miranda y otro del siglo XVI cuartelado con los apellidos Montero, Chaves y Velasco, y ambos afectados por las aguas pluviales que vierten desde el tejado sobre las fachadas, o bien por el hostigo de las mismas.
La misma situación, pero agravada, en el caso del escudo de armas de los Palomeque, en el Palacio de Orellana, o en el caso del escudo de Fonseca sostenido por un ángel, en el Convento de las Úrsulas, éste último seriamente dañado por el óxido procedente de la rejería de la ventana inmediatamente superior.
Otros ejemplos de cómo el patrimonio heráldico de Salamanca «padece el desconocimiento y que ello debe provocar el sonrojo colectivo» se puede apreciar en los blasones “en esquina” del linaje Maldonado Rodríguez y Acevedo, en la Calle Compañía, y en el de D. Diego Velasco, en la Calle del Rosario «en ambos casos ocultos o cementados en buena parte por la construcción de muros en las propiedades colindantes».
Por último “Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio” ha reiterado los argumentos legales ya esgrimidos en 2016, y recordado la decisión de la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural, sobre la cartelería comercial de la Calle Toro y que, de cumplirse, dignificarían el escudo representativo de la familia Pedraza así como otro episcopal.