Agentes de la Policía Nacional detuvieron en dos ocasiones en un intervalo de varias horas a un varón de 25 años acusado de amenazar a sus vecinos y de provocar daños en las puertas de la comunidad, situada en el número 25 de la calle Lazarillo de Tormes.
ICAL. Estos hechos llevaron a su detención en la noche del pasado martes, aunque tras ser puesto en libertad ayer por la mañana, una serie de amenazas contra el propietario de la vivienda en la que se alojaba, en la que causó graves daños, llevaron a su detención por segunda vez apenas unas horas más tarde.
Cuando los agentes llegaron al lugar y accedieron al inmueble, encontraron en el rellano de la primera planta a un varón que portaba un cuchillo de unos 25 centímetros de hoja y que comenzó a caminar hacia ellos. «Me han llamado maltratador y les voy a cortar el cuello a todos», gritaba.
Tras proceder a su detención y entrevistarse con los vecinos, los agentes comprobaron que el detonante de la situación fueron las llamadas de atención que el detenido había recibido para que dejara de maltratar a dos perros, pertenecientes al propietario de la vivienda donde se encontraba alojado.
Los perros mostraban evidentes síntomas de maltrato, por lo que los agentes realizaron las actuaciones pertinentes en este tipo de casos. Tras la detención se intervino el cuchillo que portaba y un machete que estaba junto a la puerta de su vivienda.
En el traslado, el detenido se golpeó en sucesivas ocasiones contra la mampara y puertas del vehículo. De hecho, los agentes tuvieron que solicitar presencia médica en las dependencias policiales, ya que el hombre se golpeaba contra las paredes y la puerta de la celda. Tras recibir una primera asistencia fue trasladado al complejo hospitalario, donde quedó ingresado para valoración, y fue dado de alta ayer por la mañana.
Segunda detención
Una vez finalizado el atestado policial, el detenido fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción de guardia y quedó en libertad tras las diligencias judiciales. Sin embargo, en la tarde del miércoles se requirió de nuevo presencia policial en el inmueble. Según los vecinos, se estaban oyendo golpes y gritos en la vivienda donde se alojaba el detenido el día anterior, por lo que temían que estuviera causando daños.
A su llegada, los agentes fueron advertidos de que el detenido se había marchado del lugar con equipaje y fue localizado posteriormente en la calle Fray Junípero Serra. Cuando se encontraban interrogándole apareció el propietario de la vivienda y el detenido comenzó a insultarle y amenazarle de muerte, llegando a lanzar un teléfono móvil. Los agentes le detuvieron de nuevo para evitar la agresión.
La víctima manifestó que había dado alojamiento al detenido hacía un tiempo al encontrárselo en la calle y que su comportamiento había sido normal, ayudándole y cuidando de sus perros, por lo que le proporcionó una llave de la vivienda.