[dropcap]M[/dropcap]iles de personas la recorren cada día, salmantinos y foráneos, y a ninguno deja indiferente. Tiene más de 250 años y vamos a contar la historia de las calles y plazas que desembocan en una de las plazas más bellas del mundo
A finales del siglo XV, antes de que la Plaza se configurara con sus cuatro fachadas barrocas, este ámbito central de la ciudad, casi cuatro veces más grande que el actual, ya estaba empedrado con morrillo, para facilitar la actividad de mercado que allí se verificaba. Durante el siglo XVIII y después de construirse la Plaza Mayor, acotando el ángulo noroeste de aquel gran espacio, se optó por mantener el firme de morrillo, con el que llegó al siglo XIX. Así lo explica Enrique García Catalán, en su Urbanismo de Salamanca en el siglo XIX.
El trasiego de vehículos por la Plaza Mayor, sobre todo a primera hora de la mañana, no es un fenómeno de nuestros días, ya que allá por 1873, el continuo ir y venir por los portales de la Plaza para acceder a los puestos del mercado diario, las oficinas municipales o ir a pasear hicieron que los portales necesitaran continúas reparaciones.
Los portales de San Antonio
Llamados antiguamente de Buhoneros es cobijo de tiendas y covachuelas desde su construcción. Próximas a la Navidad, se colocan allí las turroneras, de hecho hay una estatua en su honor.
En el libro Plaza Mayor y el Barroco en Salamanca se explica que el arquitecto Churriguera vuelve al punto inicial, al extremo de las escaleras del Ochavo, para prolongar la construcción en el flanco sur del Pabellón de San Martín. Antes de iniciarse las obras hubo que tirar casas de propiedad municipal y alguna de la parroquia de San Martín.
Para los accesos a la plaza recurre, al tipo de arco triunfal que mantiene su importancia en el conjunto puesto que, proporciona una visión frontal de la Casa Consistorial.
En octubre de 1755 quedó cerrada la Plaza con el arco más septentrional del Pabellón Real, por el que se accede a ella subiendo las escaleras de Pinto.
Calle Prior
Prior parte de la Plaza Mayor y llega hasta la plaza de Monterrey. La calle Prior se refiere al superior del monasterio más antiguo de Salamanca, el de los monjes benedictinos de San Vicente, los cuales alcanzaron, como indica Ignacio Carnero en su Callejero Histórico de Salamanca, grandes prerrogativas, siendo una de las más singulares que su abad fuese regidor nato del Consejo, conforme establecía el Fuero de Salamanca en su artículo CCXLIX, disponiendo que ‘el prior de San Vicente no salga de casa, sino por mandato del consejo y Fuero’.
Es decir, que sólo ordenándolo así podía ausentarse del convento y cuando en ocasiones solemnes acudía al Consistorio iba armado y a caballo y siempre desembocaba por esta calle, por cuyo motivo y en su honor se bautizó la misma con el nombre de prior.
Calle Concejo
Debido al paso de carruajes, el pavimento estaba muy deteriorado y allá por 1859 hubo que arreglar el firme de la entrada del arco de la calle Concejo, que los carros habían vuelto a estropear. En esta ocasión, la reparación fue de poco alcance, aprovechando las mismas piedras que se encontraban en el lugar, pero se cuidó de que los carruajes no volvieran a quebrar el pavimento de aquellos portales, colocando un portón de madera para impedir el acceso a la calle. Cuenta Enrique García Catalán en su Urbanismo de Salamanca en el siglo XIX.
La calle Concejo es una de las ciento cuarenta más antiguas de la ciudad citadas por el historiador Gil González Dávila, denominada en su Historia de las antigüedades de la ciudad de Salamanca con el nombre de Concejo de Arriba, y que conducía, al igual que la de Concejo de Abajo, hoy calle de Zamora, al Ayuntamiento cuando en la Edad Media se encontraba en la plaza de San Martín.
Los pasajes de la Plaza Mayor
El pasaje que se encuentra en el pabellón oeste de la Plaza Mayor se debe a la familia Grajal, porque se respetó la estructura de la entrada de su antigua casa-palacio: un callejón que conducía a la puerta de acceso. Hoy ese callejón coincide con el llamado Pasaje. Paralelo a él, un poco más al norte, encontramos otro que antaño conducía al mesón llamado de los Toros.
Plaza Corrillo
Fue en la época en la que Salamanca se dividió en dos bandos: Los de Santo Tomé,-actual plaza de los Bandos-, que son los seguidores de María La Brava -Los Enríquez- y los de San Benito, Los Manzanos. En medio quedó la hoy llamada plaza de Corrillo, que recibe este nombre porque los salmantinos no se atrevían a ir de un bando a otro y comenzaron a crecer corrillos de hierba. El origen de las disputas entre las familias ocurrió en 1465, cuando los hermanos Manzano discutieron con el menor de los Enríquez, y lo mataron.
Poeta Iglesias, Toro y Zamora
La plaza Poeta Iglesia debe su nombre a José Iglesias de la Casa, fundador de la escuela de Salamanca como recuerdo de lugar donde nació. Aquí estuvo, la Casa de la Lonja.
Además, parten de la Plaza Mayor otras dos calles, la de Toro, una de las más antiguas de Salamanca que ahora concluye en la avenida de Mirat, pero cuando estaba amurallada la ciudad, allí se abría la puerta de Toro, porque desde allí, los caminantes se llegaban hasta la villa del vino zamorana. Esta calle, recibió el nombre de Los Herreros, del Doctor Riesco y del Generalísimo Franco. Aunque, este último nombre no cuajó entre los salmantinos, porque incluso en las cartas ponían ‘calle del Generalísimo (antes Toro). El nombre del dictador fue retirado de las placas de la calle por decreto el 9 de junio de 1979.
Y por último, la calle de Zamora debe su nombre a que en la muralla se abría la puerta de Zamora. Es una de las vías más importantes de Salamanca, no de ahora, sino de siempre. En ella se encuentran la iglesia de los Trinitarios Calzados, el Palacio de Montellano, el edificio del Banco de España, el palacio de Figueroa, la plza de los Bandos, el Palacio de Garci Grande, la iglesia de Los Camelitas y termina con la románica de San Marcos.
La calle de Zamora ha tenido otras denominaciones como: Francisco Maldonado, el comunero, Enrique Gil Robles, doctor Nogueras, Eduardo Callejo, Eulalio Escudero y la Puerta Zamora fue nombrada Plaza del Ejército hasta el 29 de julio de 1988 que por Decreto se suprimió.
Documentación:
Historia de las antigüedades de la ciudad de Salamanca, de Gil González Dávila.
Callejero Histórico de Salamanca, Ignacio Carnero.
Urbanismo de Salamanca en el siglo XIX, Enrique García Catalán.
La Plaza Mayor y el Barroco en Salamanca’, de Miguel García Figueroa, Vidal García Martín , María Ordóñez y Mark Zoder.
1 comentario en «La cara B de la Plaza Mayor»
La verdad es que la noticia prometía más. Creo que se le podría haber sacado más jugo.
Estaría bien cuidar la estructura y no soltar la información de manera tan inconexa.
Se agradece el esfuerzo del artículo