Karen White, de 52 años, se llamaba Stephen Wood antes de trabajar como artista drag en el rastro de Manchester. Tiene un amplio historial de delitos sexuales y en 2016 fue condenado por dos violaciones y varios delitos sexuales violentos cometidos desde 2003.
Pero su historial va más allá, porque ya en 2001 ingresó en prisión para cumplir una condena por un delito de pedofilia.
Durante el juicio de 2016 Wood alegó sentirse mujer con la intención de ser trasladado a una cárcel femenina y fue internado en un módulo para mujeres a pesar de no haberse sometido a un cambio de sexo.
A los pocos días de ingresar en una cárcel de mujeres, bajo el nombre de Karen White, llevó a cabo cuatro nuevos abusos sexuales.
En concreto, el Daily Mail informa que Wood mostró sus genitales a una reclusa, agarró la mano de otra y la llevó hasta sus pechos mientras hacía comentarios inapropiados sobre el sexo oral, se «restregó» indecentemente contra una tercera presa y dio un beso en el cuello a una cuarta sin su consentimiento.
Las autoridades británicas lo trasladaron a una prisión para hombres en Leeds tras lo ocurrido.
«Pedimos disculpas sinceramente por los errores que se cometieron en este caso», dijo un portavoz del Servicio Penitenciario.