El expresidente del Gobierno José María Aznar compareció este martes ante la comisión del Congreso que investiga la supuesta financiación ilegal del PP.
Durante su comparecencia realizó un verdadero ejercicio de contorsionismo para contar su verdad, la posverdad de Aznar, que se sustenta en que España no participó en la guerra de Irak y el PP no es corrupto, aunque los tribunales digan lo contrario. «No tengo que pedir perdón por nada», dijo con arrogancia entre el regocijo de los suyos, entre los que estaba Pablo Casado. Qué se va a esperar de alguien que mintió desde el primer momento tras el 11-M diciendo que había sido ETA.
Ni siquiera por las condenas de la Gürtel, donde los jueces han constatado una financiación ilegal del PP durante, al menos, 20 años.
«Por esas circunstancias y por estas responsabilidades, no tengo que pedir perdón por nada y no voy a pedir perdón porque usted me lo diga precisamente. Sobre la supuesta caja B yo digo que no existe. No existe ni una sola prueba. Ni una», dijo.
Aprovechó su comparecencia para dar su particular versión sobre el papel de España en la guerra de Irak. «En aquella guerra [Irak] no se tiraron bombas por parte de España, entre otras cosas porque no participó», dijo uno de los de la foto de las Azores.
«Dígame, si lo sabe, ¿cuántos soldados españoles participaron en esa intervención [en Irak]?», ha continuado.
No menos agrio fue su encontronazo con Pablo Iglesias. «Mi simpatía por usted es perfectamente descriptible: me parece un peligro para las libertades y la democracia en España y lo demuestra todos los días», le ha dicho después de que Iglesias haya puesto en duda que no conociera al empresario Francisco Correa cuando, según ha añadido, éste pagó gastos de la boda de la hija de Aznar.