Aitoliko, un pueblo al oeste de Grecia, está viviendo la pesadilla de cualquier aracnofóbico. Toda la vegetación de su playa ha sido cubierta por una telaraña de 300 metros de largo que reposa sobre palmeras, árboles y vegetación herbácea. Afortunadamente, es algo inofensivo tanto para la flora como para el ser humano.
La creadora de semejante tela de araña es una especie de arácnido llamada Tetragnatha que suele elaborar grandes nidos con la intención de aparearse entre el final del verano y el comienzo del otoño. La profesora de Biología molecular y genética de la Universidad Demócrito de Tracia, Maria Chatzaki, ha señalado que se debe a las condiciones de humedad, alta temperatura y cantidad de alimento.
«Es como si las arañas se estuvieran aprovechando de estas condiciones y estuvieran teniendo una especie de fiesta», manifestó la profesora, «se aparean, se reproducen y crean una generación completamente nueva». Al parecer, hay una explosión demográfica de esta especie de insecto.
Pese a que «son de un tamaño muy pequeño», «son capaces de hacer tejidos muy extensos», señaló. «Debajo del velo, hay un gran número de arañas macho y hembra que se aparean. […] Las arañas harán su fiesta y morirán pronto. Así que no tenemos que preocuparnos por un fenómeno que ya observamos en 2003 en Ilia, donde sus habitantes dijeron que esto ocurre cada cinco o tres años al inicio del otoño», añadió.