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La crisis hace aflorar la peseta

Pesetas, El Goloseo
Juan, el encargado del establecimiento El Goloseo que aún cobran en pesetas.

Monedas y billetes de las antiguas pesetas ‘salen’ de los álbumes y lugares más insospechados

[dropcap type=»1″]S[/dropcap]eguimos cobrando en pesetas’. No es que en Salamanca haya retrocedido más de una década, no es el caso, pero algunos establecimientos de la ciudad continúan cobrando con la antigua moneda. “Nosotros no cambiamos pesetas por euros, sino que si un cliente viene con un billete o monedas de las antiguas pesetas puede realizar aquí la compra”, explica Juan, el encargado de El Goloseo.

El escaparate de El Goloseo.

La pregunta es obligada: ¿Quedan aún pesetas? Y la respuesta era la esperada. “Sí”. Los clientes que se acercan al mostrador y enseñan las antiguas monedas –las que se acuñaron desde1945- suelen ser personas de mediana edad y mayores. “Los jóvenes no se acuerdan que hace unos años circulaba otra moneda”.

Los billetes y monedas de la era pre-euro suelen aparecer en los lugares más insospechados. “Una señora encontró 50.000 pesetas detrás de la lavadora. No sabía que las tenía allí”, señala el responsable de El Goloseo. También se le ha dado el caso de una persona mayor que guardaron un dinero antes del cambio de moneda y que poco a poco fue perdiendo la memoria y han sido los hijos los que más tarde encontraron el ‘tesoro’.

Últimamente, en El Goloseo han notado un cambio significativo en los billetes. “Son nuevos. Están impolutos. Nosotros creemos que las personas los guardaron a modo de recuerdo nostálgico de un tiempo pasado. Y ahora, tienen que recurrir a él para comprar alimentos básico”, puntualiza Juan.

Y es que, en El Goloseo se pueden adquirir desde patatas, legumbres, frutos secos y multitud de producto s básicos para la alimentación, sin olvidar los artículos que dan nombre al establecimiento.

El responsable de El Goloseo preguntó al Ministerio de Economía y Hacienda si podía seguir cobrando en pesetas y si necesitaba algún documento legal para hacerlo. “Me dijeron que tomaban nota”. Desde entonces, Juan cambia las pesetas por euros en Valladolid y en Madrid, “porque aquí no tenemos delegación del Banco de España”.

 

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