El expresidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato, irá a la cárcel en menos de diez días. El Tribunal Supremo ha confirmado este miércoles la pena de prisión de cuatro años y medio que le impuso la Audiencia Nacional por cometer un delito continuado de apropiación indebida en el caso de las tarjetas Black.
Rodrigo Rato se embolsó 99.000 euros tras expedir las famosas tarjetas Black de la entidad que él presidió. Tal y como asegura el Tribunal, Rato «mantuvo y amplió un sistema pervertido desde su origen», por lo que el exbanquero irá a prisión. En el caso de los otros condenados que devolvieron el dinero gastado, se han estimado parcialmente sus recursos.
Ahora, el Supremo debe remitir la orden de ejecución de la sentencia, por lo que Rato no ingresará automáticamente en la cárcel. Tras esto, tendrá un plazo de entre 5 y 10 días para ingresar voluntariamente.
La sentencia se ampara en que en aquella época era ilegal que las tarjetas se utilizaran en beneficio de sus titulares sin necesidad de justificar que el dinero se había empleado en gastos indemnizables. Se señala que los condenados actuaron como si fueran «dueños del dinero», por lo que el Supremo reconoce que se perjudicó el patrimonio de Caja Madrid.
Como presidente de la entidad, se entiende que Rodrigo Rato no podía ignorar el funcionamiento opaco de las tarjetas. Pese a ello, «mantuvo el sistema e incluso lo amplió a otras personas». Además, el Tribunal considera adecuada la proporcionalidad de la pena y argumenta que el condenado «se lucró indebidamente y permitió el lucro de los demás» durante un «apreciable periodo de tiempo y por cantidades importantes».