Movilla huye despavorido del Salamanca UDS

El director general del Salamanca UDS, José María Movilla, anunció este martes su marcha del club al que llegó en junio, ante la imposibilidad de trabajar debido a la desastrosa gestión de la entidad y la falta de profesionalidad que hay en los despachos.

Movilla, en cuyas manos se dejó los designios deportivos y organizativos del Salamanca UDS, denuncia la desorganización del club, caprichos, falta profesionalidad, chanchullos e intromisiones de la directiva y dueños.

Recuerda que en junio llegó y se encontró “un club casi vacío y devastado por las malas gestiones. La primera vez que entré en las oficinas me dieron ganas de salir, coger mi coche y volver a Madrid”.

Afirma que “la desidia y la dejadez que vi allí dentro me dieron la impresión de que me había embarcado en algo más complicado de lo que esperaba. En seguida empecé a conocer a la gente que andaba por allí. Cada uno con sus problemas acarreados de anteriores temporadas, pero casi todos ellos con una ilusión y unas ganas de sacar adelante el proyecto que me animaron a pensar que podíamos hacer algo interesante”.

Tras varios meses sin dejar de trabajar para conseguir una plantilla competitiva “no tengo ninguna duda de que esta temporada ele quipo os va a dar muchas alegrías y va a hacer un buen campeonato. Siempre y cuando impere el bien del equipo y no los intereses personales que nada tienen que ver con el fútbol”.

Explica que se va “porque no puedo trabajar con personas que imponen jugadores y entrenadores que no tienen nivel para jugar en esta categoría. No voy a consentir que haya jugadores que desaparezcan casi un mes, en una pretemporada, cuando el resto del equipo está trabajando, ni tampoco voy a dejar que me den órdenes sobre fichajes o bajas personas que no conocen este deporte y solo se guían por lo que ven en un twitter o por el resultado de un encuentro”.

Desvela que no está de acuerdo con la destitución del entrenador, José Miguel Campos, ni en cómo se está trabajando para la contratación de otro entrenador. “Desde el miércoles estoy trabajando para llegar el viernes por la mañana a un acuerdo con un entrenador de alto nivel, de los mejores de la categoría con experiencia en Segunda A y Segunda B”, explica, pero “la inestabilidad por parte de los propietarios del club y del presidente hacen que no se pueda firmar el contrato del nuevo entrenador y por lo tanto el equipo continúe sin una persona que lo dirija. Es muy difícil trabajar con las trabas administrativas que desde dentro del club me encuentro a diario junto a mi equipo de trabajo”, señala.

En su despedida dice que “os merecéis por la maravillosa ciudad que tenéis y por vuestra pasión y amor al club unos dirigentes que os lleven a Primera División”.