La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) reclama a la Junta de Castilla y León y a los sindicatos de clase UGT y CC.OO. la apertura “inmediata” de la negociación del convenio de laborales, denunciado hace un año por CSIF ante el Ministerio de Trabajo, que afecta a unos 16.000 empleados públicos de todas las consejerías, pero principalmente pertenecientes a la Gerencia de Servicios Sociales y a Fomento y Medio Ambiente (operativo antiincendios).
CSIF denuncia que ni los responsables de Función Pública de la Junta ni los representantes sindicales de los dos sindicatos que firmaron en su día el convenio, quiera abrir la negociación de un convenio que lleva “muchos años sin renovarse ni actualizarse, perdiéndose un año sin abordar mejoras sociales; o sin mejoras en áreas funcionales para traslados, en la reclasificación de categorías, en las retribuciones o en los complementos”.
El sindicato independiente no entiende como la Junta, UGT y CC.OO. mantienen en el Diálogo Social un trabajo permanente para mejorar las condiciones de los trabajadores de la empresa privada, mientras “llevan un año paralizando la negociación de las justas mejoras para el personal laboral de la administración autonómica. Una situación que no merecen estos empleados”, puntualizan.
La excusa de la Junta de que no hay dinero “no sirve para justificar no abrir la negociación. Como ha ocurrido en otras ocasiones -y en CSIF estamos acostumbrados a ello- podemos mantener una negociación dura, de una manera razonable y a largo plazo, incluso. Pero lo que no es de recibo que el tema dinero paralice una negociación tan importante, como es la concreción de un nuevo convenio para los trabajadores laborales”, apuntan.
Más le sorprende a CSIF que “los dos sindicatos de clase claudiquen y acepten la excusa del Gobierno regional de que no hay dinero. O mantienen una extraña coincidencia con la Junta que tienen que explicar muy bien, o es que esos sindicatos han perdido la orientación, cuando el convenio de los laborales lleva años sin una renovación, y la última prórroga en 2016 se planteaba como un convenio de transición. La excusa de que no hay dinero no vale”.
CSIF insiste en que no se puede perder más tiempo para abrir una mesa sobre el convenio laboral de los empleados laborales de la Junta. “Si no hay mesa no se podrá negociar, y eso es lo que parece que quierenla administración autonómica ylos dos sindicatos de clase. ¿Hasta cuándo tienen que esperar y pagar las consecuencias los 16.000 laborales, pendientes de que se respete y se inicie su derecho a la negociación colectiva?”, señala. Por ello, CSIF insta a los sindicatos UGT y CC.OO. a que denuncien también el convenio, para facilitar que se abra la negociación de un nuevo convenio antes de finalizar el año 2018, porque la cercanía de las elecciones autonómicas puede alargar el inicio de la negociación dos o más años, lo que resulta “tremendamente injusto e insoportable” para los trabajadores laborales.
La paralización de la negociación de este convenio deja pendientes numerosas e importantes propuestas, como es la reclasificación de los trabajadores en cuatro grupos, la subida de complementos y las mejoras económicas para todos los laborales (CSIF defiende una retribución mínima de 1.200 euros), el ajuste de las titulaciones a las distintas competencias, o la aclaración de las funciones según categorías.
La revisión del actual concurso-oposición, el establecimiento de las nuevas áreas funcionales (para traslados), la aplicación del cómputo ponderado y de la carrera profesionales como en Sacyl, unos calendarios tipo más justos, o la promoción cruzada para todos los grupos son otras de las reivindicaciones de CSIF.