Varios hispanohablantes han sido víctimas de un nuevo episodio racista en un restaurante de Virginia, en Estados Unidos. Una mujer originaria de Guatemala, residente en EEUU, recibía la visita de su familia cuando otra comensal comenzó a increparles por hablar en español.
La mujer que protagonizó el incidente pidió los pasaportes a los visitantes y les recriminó que no hablaran en inglés. Al sentirse acosada, la mujer de Guatemala denunció los hechos a la policía, asegurando que en ningún momento se habían dirigido hacia la mujer que les había increpado. El propietario del restaurante defendió a los hispanos y le dijo a la mujer racista que no era bienvenida en su local.
Desgraciadamente, este no es el primer y único caso de racismo contra hispanohablantes que se da en Estados Unidos. Cada vez son más frecuentes las imágenes captadas de este tipo de episodios y su difusión en redes sociales, así como las denuncias por estos ataques.
Hace tan solo unos días, dos amigas estaban haciendo la compra en un supermercado de Colorado cuando una tercera mujer se les acercó para preguntarles si vivían en EEUU e increparles de forma agresiva asegurando que, si era así, debían hablar en inglés. Afortunadamente, otras personas que estaban en el establecimiento salieron en defensa de las mujeres.
Otro fue el caso de un abogado estadounidense que insultó a los camareros de un restaurante neoyorquino por hablar en español. Uno de los clientes grabó el acoso racista en el que el abogado amenazó con llamar a Aduanas.
