La agresión a un trabajador del centro penitenciario de Topas se produjo este viernes por la noche, cuando se estaba procediendo al recuento de la población reclusa en el módulo 1
El suceso se produjo cuando una de las celdas, ocupada por dos internos que no daban señales de vida, ni respondían a las indicaciones de los funcionarios, por lo que se procedió a la apertura de la celda para comprobar el estado de los mismos para el recuento.
Al entrar los trabajadores ambos internos se abalanzaron sobre los compañeros, propinándoles golpes y patadas y mordiendo a uno de ellos en un dedo. A pesar de que el trabajador llevaba puestos los guantes que proporciona la Institución para realizar los cacheos, los mismos no le sirvieron para protegerle de las graves heridas que se le ocasionaron.
Como consecuencia de dicha agresión el trabajador tuvo que ser atendido en la enfermería del centro y trasladado con posterioridad a un centro de urgencias de Salamanca.
El mando de incidencias puso inmediatamente el marcha el protocolo de posible contagio biológico, lo que es de agradecer teniendo las graves consecuencias que este tipo de agresiones pueden conllevar para la salud del trabajador.
Desde los sindicatos piden a la Dirección del Centro que proceda con celeridad a realizar las siguientes medidas:
- Interposición de la correspondiente denuncia en los Juzgados por la agresión a los trabajadores. En el caso de que no se produzca interpondremos la misma desde el sindicato al cual pertenece el trabajador (Acaip).
- Solicitud de traslado inmediato del interno a otro centro penitenciario. Es la quinta agresión grave que se produce a trabajadores durante los últimos meses y que han tenido como consecuencia la baja laboral de los compañeros tras ser atendidos en centros médicos.
La indignación de la plantilla crece de día en día al ver que desde la Secretaría General y desde el propio Ministerio no se adopta ninguna medida para impedir que las agresiones a los funcionarios de prisiones sigan aumentando la negra estadística que estamos padeciendo; y por la inseguridad que producen para trabajadores y para el propio establecimiento.
Y viendo que ni tan siquiera la ropa de protección que se suministra sirva realmente para proteger a los trabajadores en este tipo de incidentes, más aún sabiendo que tendrían menos posibilidades de producirse simplemente con dotar a la plantilla con el personal necesario y que figura en la propia RPT del centro, en la que hay más de 140 vacantes, 3.500 en toda España.