La Audiencia Provincial de Salamanca ha acogido este lunes el primer día del juicio sobre los hechos acontecidos el pasado 8 de mayo de 2016 durante las fiestas de Calzada de Valdunciel. La principal acusada, V.M.G., se enfrenta a más de veinte años de cárcel por apuñalar presuntamente a tres personas.
Hace dos años, la localidad salmantina de Calzada de Valdunciel vivió una violenta jornada festiva que albergó una sangrienta reyerta. El suceso acabó con tres heridos graves por arma blanca y la detención de «la rubia», a quien consideran autora de los hechos. Este lunes, tanto ella como dos de sus acompañantes se han sentado en el banquillo de los acusados.
Según uno de los demandantes, se encontraba esa noche en la verbena cuando un grupo estaba molestando con su comportamiento. Decidió acercarse a pedirles que tuvieran cuidado pero la respuesta que obtuvo fue que la acusada le tiró una copa encima. Posteriormente y según su relato, empezó a insultarle y a amenazarle, por lo que él decidió abandonar el lugar.
Instantes más tarde, un grupo de chicas, la acusada entre ellas, le fueron a buscar y comenzaron a agredirle. Uno de los testigos protegidos afirma que vio cómo «la rubia» (V.M.G.) y otras chicas se lo llevaban a la parte trasera del escenario, donde le agredieron entre ocho y diez personas. La víctima señala que le tiraron al suelo y le pegaron hasta que uno de sus amigos le levantó.
Tras el incidente, la víctima salió del pabellón donde tenía lugar la fiesta y le contó lo sucedido a sus amigos y a su hermano. Con el fin de poder denunciar los hechos ante la Guardia Civil, fueron en busca de quienes le habían agredido. Les hallaron en el lugar donde tenían el coche aparcado, un callejón oscuro.
Allí comenzó la parte más violenta de la pelea. El demandante asegura que fue la acusada quien le apuñaló. No notó el pinchazo, pero vio a la supuesta agresora con una navaja en la mano y notó que se estaba desangrando. Le asestó tres puñaladas en la parte izquierda de su cuerpo, una de ellas en el pulmón. A causa de la herida, sufrió un neumotorax y tuvo que ser trasladado al centro de salud del municipio.
Su hermano corrió la misma suerte. Tampoco se dio cuenta de que le habían apuñalado hasta en dos ocasiones hasta que le pidieron que se descubriera el torso. Lo que sí sintió fue un escalofrío.
El tercero de los lesionados fue un amigo de ambos que les acompañaba. Otro de los acusados, O.Z., le propinó un golpe en la cabeza con una botella que le hizo caer al suelo. No sintió el ataque con arma blanca, pero sí notó mucho calor en la pierna. Le apuñalaron en la femoral.
Pese a que todos los testigos que han declarado en la sala han señalado a los tres acusados, M.V.G., O.Z. y B.V.S., como autores de los hechos, ellos han mantenido que no participaron en ninguna pelea. La principal acusada afirma, además, que no recuerda nada de lo ocurrido. Al parecer, había consumido alcohol y cocaína esa noche y el primer recuerdo que posee es dentro de la cárcel de Topas.
Los testigos también han afirmado que la presunta agresora se encontraba en un estado de enajenación. «Estaba muy agresiva», señaló una testigo. Tanto es así que también la acusan de haber quemado un colchón dentro del calabozo de la Guardia Civil y haber tirado la comida.
M.V.G. se enfrenta a más de veinte años de prisión por lo ocurrido, ya que le atribuyen delitos de tentativa de homicidio, lesiones y resistencia. El Ministerio Fiscal pide para ella un total de 24 años de condena, mientras que la acusación particular eleva la cifra a 42.
O.Z., por otro lado, solo está acusado de tres delitos leves de lesiones, por lo que se le pide una multa de seis euros al día durante dos meses por cada uno de los tres. Finalmente, para B.V.S. se pide solo una multa similar por un delito leve de lesiones.
El juicio continuará durante los días 4 y 5 de diciembre.
Texto y foto: P.C.M.