La niebla que nos acompaña desde hace algunas jornadas a primeras horas de la mañana y últimas de la tarde nos ha traído el frío pero también ha dejado unas estampas increíbles.
Para ver la otra cara de la niebla hay que apartarse y salir de su nebulosa.
Con un poco de distancia se puede ver el cúmulo en todo su espesor ofreciendo un espectáculo natural, como este martes en la zona de Martinamor, junto a la carretera de Béjar.
A medida que se avanza en la carretera N-630 hacia Salamanca se ve, asimismo, la masa de nubes bajas como cubre la ciudad del Tormes y sigue el curso del río, hasta que al llegar a la ciudad había una densa niebla que no se disipo hasta bien entrada la mañana.
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