Carlos García Carbayo fue elegido por mayoría simple solo con el apoyo de los ediles populares, puesto que finalmente no hubo alianzas por un cambio en el ejecutivo ya que el resto de grupos votaron a sus propios candidatos
Arrojo/ ICAL. Carlos García Carbayo es ya el alcalde de Salamanca tras jurar este jueves el cargo y recibir el bastón de mando del Consistorio. El que fuera teniente de alcalde con Alfonso Fernández Mañueco, se coloca ahora al frente del Consistorio hasta las elecciones municipales de mayo del próximo año. Se cierra así un período de interinidad que comenzó hace dos semanas, el 5 de diciembre, cuando Mañueco anunció su marcha.
En un Pleno presidido por la nueva primera teniente de alcalde, Teresa Sánchez Bellota, García Carbayo fue elegido alcalde por mayoría simple, recibiendo solo los votos favorables de los ediles de su formación (12), ya que el resto de grupos -PSOE (6), Ciudadanos (4) y Ganemos (4)- votaron a sus respectivos candidatos: José Luis Mateos, Alejandro González y Virginia Carrera, respectivamente. Cabe destacar que Emilio Arroita tomó posesión de su puesto de concejal en restitución de Mañueco. No obstante, el PSOE no restituyó a Josefa Mena, con lo que contó un voto menos.
Aunque desde el primer momento todo indicaba a que los populares seguirían al frente del Ayuntamiento, la negativa de Ciudadanos a apoyar al nuevo candidato del PP arrojó cierta incertidumbre. Alejandro González, portavoz de la formación naranja en el Consistorio, anunció tras la marcha de Mañueco que rompían la alianza alcanzada con Grupo Popular tras las elecciones de 2015. No obstante, Cs dejó claro que tampoco apoyarían a Ganemos ni al PSOE.
Ganemos, por su parte, convocó esta semana una reunión para alcanzar un acuerdo de gobierno con PSOE y Ciudadanos a través del cual poder desbancar a los populares del Ejecutivo. Pese a ello, tan solo José Luis Mateos, del PSOE, acudió a la cita. Desde Ganemos, Gabriel Riesco, concejal, acusó a Ciudadanos de ser el responsable de la continuidad del PP. Ciudadanos respondió manifestando que el cambio en Salamanca no pasaba por «las políticas chavistas que tienen a Venezuela en la ruina».