Una de las temperaturas más bajas registradas este martes de madrugada en toda España se localizó en la provincia de Salamanca, concretamente en Pedraza de Alba, donde la Agencia Estatal de Meteorología registró -8,5 grados, la séptima más fría del país.
El frío seguirá estos días y se acentuará en lo que resta de semana, con mínimas de hasta -4 grados en la ciudad del Tormes y máximas que ni mucho menos se acercarán a los 10 grados positivos.
A partir del miércoles 9, conducida por vientos de componente norte, se espera la entrada de una masa fría de aire polar por el noreste de la Península, que se extenderá a lo largo del jueves al resto de la Península y a Baleares. Su entrada provocará una bajada generalizada de temperaturas así como heladas en zonas extensas. Aunque al principio del episodio será relativamente húmeda, pronto irá cambiando a un carácter más seco. La atmósfera tenderá a inestabilizarse en el área mediterránea el jueves para ir ganando estabilidad a lo largo del viernes y el sábado.
Desde el miércoles y hasta, probablemente, el próximo viernes, los vientos de componente norte traerán aire muy frío sobre la Península y Baleares. Soplarán el cierzo en el valle del Ebro y la tramontana en el noreste de Cataluña y norte de Baleares con rachas muy fuertes.
Durante estos días se producirán heladas generalizadas en buena parte del interior peninsular, sin descartarse en el litoral del levante peninsular. Las temperaturas descenderán durante la noche por debajo de -5 ºC en las mesetas y entorno de los sistemas montañosos, incluso localmente por debajo de -10ºC. En cuanto a las temperaturas diurnas no se espera que superen los 5ºC en el interior de la mitad norte.
El aire frío unido al viento del norte hará que la sensación térmica sea aún más baja.