La compañía automovilística Ford está planeando una reestructuración de su negocio en Europa que transcurrirá con el despido de miles de empleados, así como la salida de mercados improductivos y el cese de fabricación de algunos modelos. El objetivo: levantar los márgenes operativos hasta el 6%.
Así lo ha anunciado la empresa este jueves, asegurando que van a intentar salirse del segmento multivan, para la fabricación de los coches de transmisión automática en Burdeos a partir de agosto, además de revisar sus operaciones en Rusia y fusionar las sedes de Ford Reino Unido y Ford Credit en Dunton, Essex.
«Estamos llevando a cabo acciones decisivas para transformar el negocio de Ford en Europa», ha declarado Steven Amstrong, vicepresidente del grupo en Europa, Oriente Medio y África. Ya habían amagado con llevarlo a cabo en los últimos meses.
Desafortunadamente, esta medida también afectará a España. No obstante, entre las cuatro acciones clave que han avanzado no se menciona su filial de Valencia. El pasado mes de octubre, Carlos Faubel, representante de UGT, aseguró tras una «larga, tensa y difícil» reunión con la dirección de la empresa en Colonia que tenían «malas sensaciones». La fábrica de Almussafes tiene excedente de plantilla y unas ventas no muy positivas.