[dropcap]B[/dropcap]ernardo Hernández es uno de los empresarios salmantinos más internacionales. Hemos querido conocer su parecer en asuntos tan dispares como el emprendimiento, las inversiones, las empresas vinculadas con las nuevas tecnologías, donde ha tenido puestos de relevancia en Google, Yahoo o Tuenti, o la educación de su hija al ser padre soltero
Bernardo, ¿dónde invierto 6.000€ hoy en día y que sean tan rentables como los que pusiste tú en el 2000 con Idealista?
Allí donde veas que puedes crear algo grande que ayude a la gente a vivir mejor. Hazlo con amigos en los que creas y admires.
Has sido ex Google, ex Yahoo, ex Tuenti, ex Idealista… ¿Qué es más importante saber invertir o saber salirse a tiempo de una empresa?
La vida son etapas, y si te escuchas realmente sabes cuándo es tiempo de quedarse y pelear, y cuando es tiempo de marcharse. Pocas cosas son para siempre.
Dicen que desde la cima del Everest se ve la curvatura de la tierra. ¿Qué se ve en los consejos de administración de empresas tan gigantescas como Google, Wallapop, Yahoo,…?
No he estado en el consejo de todas las empresas. Sí en su dirección. Sientes una enorme responsabilidad, ya que lo que haces lo utilizarán cientos de millones de personas. Aprendes a anticipar, a sentir la frustración de los usuarios y ponerte el listón muy alto en cuanto a la calidad de lo que haces. Cuando piensas en los millones de personas que tendrán algún problema por algo que no has hecho todo lo bien que hubieses podido aumenta el sentido de la responsabilidad.
Estuviste detrás de Google Maps. ¿Cuánto de grande es lo que no conocemos del mundo?
Creo que todo nuestro planeta está digitalizado en este momento. Hasta el fondo de los océanos. Mucha de la información que manejamos está geolocalizada y por tanto, se puede ubicar en un mapa. Los mapas son como un lienzo sobre el que mostrar la información que manejamos de una manera más efectiva.
¿Crees en la suerte?
Mucho. La suerte es una parte fundamental de lo que hacemos. Y no la buena suerte necesariamente, si no la ausencia de la mala suerte. La ausencia de eventos inesperados que nos impiden hacer lo que queremos. Mi abuela Pilar siempre lo decía: no me ha tocado la lotería, pero tampoco me ha tocado ninguno de los accidentes de tráfico de esta semana.
Has trabajado en compañías donde la información y la comunicación iba a través de internet. Ahora pones tu conocimiento al servicio de empresas de comunicación terrestre como Cibeles Comfort Cars. ¿Caminamos hacia un mundo donde nos llevaran y así podemos seguir trabajando?
Creo que la revolución de la movilidad es uno de los grandes cambios de nuestro tiempo. Las ciudades no van a tener coches voladores, van a tener bicis y patinetes eléctricos, y grandes avenidas peatonales y verdes. Habrá menos autobuses y más coches eléctricos que te lleven donde quieres, cuando quieras. La información se convirtió en ubicua hace 30 años, ahora nos toca a las personas y las mercancías.
Desde otro punto de vista. ¿El coche se convertirá así en un lugar de recreo?
No tiene ningún sentido que los coches sigan necesitando de la atención completa de la persona que conducen. La tecnología está lo suficientemente preparada como para que los coches puedan hacer casi todo. Durante casi 100 años los coches han cambiado muy poco. Es momento de que esto cambie.
También estás en Glovo. Sácanos de dudas. ¿Estas empresas tienen éxito porque nos gusta que nos sirvan?
Nada que no añade valor de alguna manera tiene éxito. Para que una empresa funcione tiene que solucionar un problema de forma clara y evidente, y hacerlo generalmente mejor que el resto. Esto qué es tan sencillo se olvida muchas veces al montar empresas.
Europa representa el 19% de la población mundial. ¿Por qué creemos que nuestro sistema de vida es el que deben adoptar el resto del mundo?
No creo que sea así. Hace mucho tiempo que el modelo europeo no se exporta. Todo el mundo asiático es una prueba de ello.
Los gobiernos, al menos el español, habla de emprender como el que se prepara una oposición donde hay un programa y una preguntas. ¿Qué ‘temario’ recomienda a las personas que están pensando en emprender una aventura empresarial?
No se puede enseñar a emprender. Se pueden marcar pautas, pero no es un código científico que se pueda replicar con la seguridad de conseguir siempre los mismos resultados. Todos podemos emprender, pero solo unos pocos están dispuestos a asumir las consecuencias que implica todo eso. Emprender no es una opción profesional, es un estilo de vida, que requiere de obsesión, dedicación, compromiso y mucha resistencia a las adversidades.
Parece que donde pone el ojo pone el negocio. ¿Dónde estás poniendo tus miras -empresariales- ahora?
Ni mucho menos. Tengo importantes fracasos en mi historial también. Ahora estoy muy ilusionado con Verse, con Citibox y con alguna otra empresa de logística de última milla.
¿Cambia mucho la forma de ver la vida si tienes una hija?
Mucho. He entendido el verdadero significado del amor incondicional. Y de la paciencia, (risas). Dar sin esperar es uno de los grandes secretos de la vida, y con los hijos es lo que haces constantemente.
¿Cómo te las apañas para ser padre soltero?
Pues como puedo. Nunca quise hacerlo solo, pero tampoco quería esperar mucho más, o sea que decidí lanzarme. Por suerte tengo mucha ayuda a mi alrededor que me lo hace más fácil.
He leído que directivos de Google, Facebook u otras plataformas digitales llevan a sus hijos a colegios donde todo es analógico. ¿Cómo te planteas la educación de tu hija?
Con mucha naturalidad. Sin pasarnos tampoco. Creo que mantener a los niños al margen de lo que sucede en el mundo tampoco es bueno. Espero encontrar el equilibrio de cómo gestionar la educación de todo esto con mi hija.
¿Qué queda del Bernardo que trabajó como camarero cuando estudiaba?
Pues casi todo. La misma capacidad por ilusionarse por las cosas, la misma disposición a hacer esfuerzos importantes, los mismos sueños de seguir creciendo y aprovechar cada minuto de la vida. Por dentro me siento muy igual.