[dropcap]E[/dropcap]l insulto es la razón del que razón no tiene, que decía Francisco de Quevedo y Villegas.
Quizá si Alberto Álvarez, el representante de Élite Taxi Barcelona, hubiera leído a este genio de la pluma y la ironía, no hubiera tenido que recurrir al insulto zafio y chusquero que utilizó para referirse a un ministro de España, Fernando Grande-Marlaska.
«Cómo puede ser que un ministro de izquierdas, y según ha declarado, gay, mande a la policía a reprimir al pueblo. Mandan a unos trabajadores a reprimir a otros trabajadores». Frases ha pronunciado Alberto Álvarez en un audio de Whatsapp.
Sin cortarse, el representante de los taxistas ha puesto de manifiesto que no está de acuerdo en los métodos utilizados por el ministro del Interior para despejar el Paseo de la Castellana, una de las arterias de la capital, que fue ocupada por cientos de taxistas para protestar por la regulación de las VTC.