Salamanca terminó el año 2018 con un total de 18.200 parados, lo que supone 700 menos que el año anterior, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) difundidos este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Pero estas cifras ocultan un drama mucho mayor: el de la despoblación.
El paro ha bajado en la provincia porque hay menos gente en condiciones de trabajar, concretamente 149.400, lo que supone 3.000 activos menos que un año antes, debido al aumento de inactivos en 1.700 personas (casi todas ellas estudiantes -hay 5.800 jubilados menos-) y, el resto, a la despoblación.
Hay 3.000 activos menos porque no hay dónde trabajar. El año pasado acabó con 131.200 personas ocupadas, lo que supone 2.300 menos que el ejercicio precedente.
En resumen, que el año acabó con menos paro, menos empleo y menos población activa. Vamos a menos.
El número de desempleados en Castilla y León se redujo el año pasado en 28.300 personas, al cerrar la cifra de parados en 125.100, lo que supone una bajada interanual del 18,46 por ciento, según los datos de la EPA.
En España, los parados bajaron en 462.400 personas a lo largo de 2018, con una caída del 12,28 por ciento interanual, por el que el número de desempleados se queda en 3,3 millones.
1 comentario en «Por qué no podemos alegrarnos tanto de la bajada del paro en Salamanca»
ESTA ES LA HERENCIA QUE NOS DEJA PEPE Y ADEMAS CAMUFLANDO LA VERDAD Y LOS PERIODISTAS TRAGANDO QUINA