Ha tardado pero, finalmente, han salido a la luz las primeras irregularidades detectadas en los buscadores de hoteles, algunos de ellos muy populares.
Ha sido, de momento, en Gran Bretaña, que es donde se ha investigado su labor, y se ha comprobado que adulteraban las búsquedas cuando les convenía, mejorando la posición de algunos hoteles que deberían estar por debajo de otros de la competencia.
Algunas webs, como Trivago, ebookers y Agoda evitaban que los usuarios encontraran las mejores ofertas reales.
Otras, como Booking, Hotels o Expedia, cambiaban la popularidad de algunos establecimientos para mejorar su demanda, según el diario británico The Guardian.