Amador Mohedano, hermano de Rocío Jurado, atraviesa uno de los peores momentos de su vida.
Asediado por las deudas con Hacienda (237.000 euros) y con la Seguridad Social (otros 11.000 euros) vive de lo que aporta su actual pareja.
Ha reducido sus gatos a lo básico, a lo cual le ayuda su residencia en la finca que le dejó su hermana (una parte, porque la otra es de su otra hermana) y ni siquiera sale con los amigos. «Estoy arruinado. Yo no tengo un trabajo fijo, no tengo una pensión todavía que pueda cobrar y la vida se hace un poco difícil de sobrellevar», explica en ‘Semana’. «Vivimos con potajes, que es lo que engorda», apostilla.