Hace 25 años… 40.000 salmantinos bailaron la conga a la vez

[dropcap]M[/dropcap]uchas gracias. Lo que siento yo ahora es indescriptible».  Decía la concursante que había ganado el reto desde el balcón del Ayuntamiento. A sus pies, miles y miles de salmantinos que habían salido a la calle en marzo de 1994 para bailar la conga animados por uno de los retos del programa de televisión El Gran Juego de la Oca, que presentaba Emilio Aragón.

Jesús Málaga en su libro ‘Desde el balcón de la Plaza Mayor. Memorias de un alcalde’, lo relata así: ‘Los salmantinos somos poco dados a fiestas masivas, pero en marzo de 1994 rompimos con esa norma de comportamiento. Cuarenta mil personas llenaron las calles y plazas a la llamada de un concurso de televisión para bailar la conga. Fuimos noticia nacional en la citada cadena, Antena 3. Había logrado algo muy difícil, aglutinar a casi toda la juventud salmantina en un baile popular’.

El Gran Juego de la Oca se emitió el primer sábado de octubre de 1993. La fórmula era aparentemente sencilla, un juego de mesa familiar y que todos conocíamos llevado a la televisión. El éxito estaba garantizado.

Emilio Aragón ya no era Milikito, el hijo del gran Emilio Aragón, tenía entidad propia y se ponía al frente de este concurso familiar que duró una temporada, 34 programas para ser exactos. Pero, fue tan el impacto que aún hoy hay muchas gente que lo recuerda.

Junto a Emilio Aragón estaban otros rostros que eran más o menos conocidos en aquellos momentos, pero que se hicieron muy famosos, Lydia Bosch, Patricia Pérez, Belén Rueda, Ana García Lozano, Lola González…

Entre las pruebas que tenían que superar los concursantes estaba la prueba de exteriores. Aquí entra Salamanca. Eran las ‘reocas’. Eran pruebas espectaculares que el concursante tenía que superar. Desde reunir a 600 Seat 600 hasta 40.000 personas en la Plaza Mayor de Salamanca. La emoción del programa se mantenía durante siete días. ¿Conseguirían el reto? Y durante ese tiempo, ‘calentaban’ a la audiencia. Sí, hace 25 años no había redes sociales, pero la gente se movilizaba también, sobre todo para pasarlo bien.