Augusto Pimenta de Almeida, quien fue cónsul honorario de Portugal en Salamanca e Hijo Adoptivo de la Ciudad en 2004, por la defensa de los intereses y la promoción de Salamanca, murió este domingo en Salamanca a los 88 años, 50 de los cuales los pasó en la ciudad del Tormes.
El alcalde lamentó profundamente la pérdida de este portugués afincado en Salamanca y subraya que «siempre quedará el recuerdo de su cercanía con los salmantinos y su carácter amable».
Además de su cariño por la ciudad Salamanca, a Augusto Pimenta se le recordará también por su amor a la Unión Deportiva Salamanca, de la que fue presidente, siendo, además, artífice de la construcción del estadio El Helmántico.
Pimenta destacó por su gran colaboración en las relaciones entre Salamanca y Portugal para desarrollar diferentes intercambios culturales, económicos y académicos.