Una “minuciosa y multidisciplinar” investigación, realizada por 10 autores y coordinada por el profesor de Historia del Arte de la Universidad de Girona, Gerardo Boto, afirma que las arcadas claustrales situadas en el jardín de Mas del Vent, en la localidad gerundense de Palamós, “encajan como un guante” en los restos del antiguo claustro de la Catedral Vieja de Salamanca, donde el estudio sitúa su origen.
Así lo afirmó este lunes el coordinador del estudio durante la presentación de su desarrollo y conclusiones recogidas en la obra ‘Salamanca-Ciudad Lineal-Palamós. Las arcadas claustrales de Mas del Vent’, editada y publicada por Ediciones Universidad de Salamanca a un precio de 50 euros dentro de su colección ‘Biblioteca de Arte’.
Como coordinador de la obra, Boto defendió “la honestidad científica” de los autores de la misma, que llevaron a cabo “un análisis académico sin apriorismos”, planteando cada uno en su apartado “sus correspondientes conclusiones que, solo al ensamblar en los capítulos, vimos que encajaban” con la conclusión final, que afirma que “las partes originales que se conservan en el conjunto de Mas del Vent corresponden a un monumento salmantino: el claustro de la Catedral Vieja de Salamanca”.
Así, tal y como se afirma en la obra, 19 de los 44 capiteles que componen el conjunto, lo que supone un 43 por ciento del total, así como 10 cimacios, el relieve heráldico y los bloques del zócalo son de una antigüedad que “es compatible con el complejo horizonte artístico del siglo XII y XIII en la capital charra”, por lo que el conjunto de Mas del Vent es “algo adulterado mas no completamente fraudulento” como se creía hasta ahora.
El proceso de análisis realizado por el equipo interdisciplinar de autores, formado además de por Boto por Céline Brugeat, Antonio Ledesma, José Luis Hernando, Javier de Mingo, Esther Lozano, Daniel Zabala, Pilar Giráldez, Marius Vendrell, Nadia Hernández, Juan Antonio Olañeta y Mario Agudo, se inició con el estudio de “las evidencias materiales del conjunto de Mas del Vent”, que llevó a una primera “conclusión inequívoca e irrefutable de que todo lo que hay en el conjunto está realizado con Piedra de Villamayor”.
La discusión y polémica llega por “el trabajo de labra” y la necesidad de precisar si este “tiene 80 u 800 años”. Así, y para estudiar “si las piezas eran realmente románicas o modernas de apariencia románica”, se realizó una investigación “en varios frentes”, continuó Boto, abordando “las apariencias formales de las piezas, los estudios estilísticos, el efecto de la erosión en las partes escultóricas y el contraste entre el aspecto que presentan hoy y el que tenían cuando estaban en Ciudad Lineal, en Madrid”, a través de la fotografía.
Así, se precisó que al menos buena parte de las piezas “existen con una antigüedad histórica de siglos”, y que debido a que en la Edad Media el ámbito geográfico “desde la cantera hasta el lugar de labra era de entre 25 y 30 kilómetros”, el único “paisaje monumental” que se encontraba en ese radio de acción con respecto a la Piedra de Villamayor era Salamanca.
Por ello, en esa “reconstrucción del paisaje monumental de la Salamanca de los siglos XII y XIII”, fecha de labra de al menos parte de las arcadas claustrales de Mas del Vent, “la candidatura final sobre su origen recayó en el claustro de la Catedral Vieja de Salamanca”. Ahí, el análisis de las “evidencias, huellas y dimensiones de las galerías y vigas que proceden de ese claustro” arrojó que las arcadas claustrales del conjunto de Palamós encajan “como un guante” en el antiguo claustro de la Catedral Vieja de Salamanca.
Publicación por la Usal
La publicación del estudio por parte de Ediciones Universidad de Salamanca se realizó tras la asunción por parte de los autores de que era “el lugar pertinente para la publicación” de la investigación debido a la “relevancia en el ámbito científico” del Estudio salmantino, explicó Boto, así como por ser lugar de origen de parte del conjunto de Mas del Vent, tal y como sostiene el estudio.
El coordinador de la obra estuvo acompañado en su presentación ante los medios por el vicerrector de la Universidad de Salamanca, Enrique Cabero, quien destacó la “excelente indagación, investigación y propuesta” del grupo de autores y vinculó la obra a la Usal por ser “ese claustro de la Catedral Vieja donde empezó a existir la Universidad de Salamanca”.
Por su parte, el director de Ediciones Universidad de Salamanca, José Luis de las Heras, catalogó el libro como “científico y magnífico” para poner “los puntos sobre las íes en una investigación sobre la que, en su día, algunas personas de algunas administraciones hicieron afirmaciones que no lograron fundamental y que hoy el libro fundamenta más allá de la polémica”.