[dropcap]E[/dropcap]l año escolar en Venezuela se ha visto afectado por un paro de docentes, quienes exigen sueldos dignos. Rechazan la última propuesta del gobierno y alertan que seguirán en la calle hasta que sus reclamos sean tomados en cuenta
Desde hace más de 15 años, Josmar Ramírez se dedica a la educación, impartiendo clases en un liceo público ubicado en el sur del estado Táchira, en la frontera de Venezuela con Colombia. En enero de 2019 ha tenido que salir a la calle, junto con sus compañeros, a protestar, exigiendo al gobierno de Maduro respeto a la contratación colectiva y a las reivindicaciones salariales que los profesionales de la docencia en el país caribeño han logrado, en tantos años de luchas sindicales.
“El Gobierno nacional ha tirado por la borda las tablas salariales que durante años han regulado los pagos del personal docente del país, con la instauración de la fórmula 225, con la cual se establecieron los nuevos salarios, que no responden a la terrible hiperinflación que nos golpea. Además, la prima geográfica para quienes trabajamos en frontera, bajó de un 20 por ciento, a menos de un 2 por ciento”, detalla Ramírez.
Es un día más de protestas de los docentes venezolanos. Ramírez junto con otros profesionales de la educación, enarbolan banderas nacionales y entre pitazos y consignas buscan llamar la atención de los funcionarios del Ministerio de Educación, en cuanto a que el sueldo que devengan no les alcanza, en muchos casos, ni siquiera para cancelar el transporte desde sus hogares hasta sus sitios de trabajo.
“Según el Gobierno todos debemos ganar igual, un razonamiento ilógico si tomamos en cuenta que hay docentes que acumulan una experiencia de 30 años, y que con esfuerzo y sacrificio han obtenido maestrías y doctorados. Estos colegas no deben ganar lo mismo que aquellos recién graduados”, añade el educador.
En cuanto a los docentes estatales, la situación se torna aún más cuesta arriba, puesto que deben esperar que el dinero sea transferido a las gobernaciones, para luego seguir una serie de procedimientos administrativos, lo cual implica retrasos en los pagos correspondientes.
En este particular, Ender Duarte, docente estadal, dependiente del estado en cuestión, comenta que el último incremento salarial nos les llegará de inmediato sino que lo hará un mes después, lo que influye negativamente en la economía de sus hogares.
“Es inaudito que quienes formamos a los ciudadanos y futuros profesionales del país seamos tratados como venezolanos de tercera categoría”, subraya Duarte.
Nuevas tablas salariales
Frente a las protestas del magisterio y los sindicatos en las principales ciudades de Venezuela, el 22 de enero, el titular de la cartera de Educación Aristóbulo Istúriz presentó las nuevas tablas salariales. Según el nuevo tabulador, los docentes recibirán un ingreso mensual de entre 28.000 y 64.000 bolívares (unos 29 euros, según el cambio oficial), de acuerdo con la cantidad de horas que cubra su jornada y su categoría.
En este particular, José Pernía, docente nacional, sostiene que esta propuesta del Ministerio de Educación sigue siendo pírrica. “Hoy en día la cesta básica está por encima de los 250 mil bolívares (117 euros, aproximadamente, de acuerdo al cambio oficial). Eso sin contar otros gastos como transporte, educación de nuestros hijos y medicinas. Por lo tanto, seguiremos en la calle, hasta tanto seamos tratados con dignidad y nuestro sueldo responda a la realidad del país”.
