El enfriamiento de la economía europea ha llevado al BCE a mantener los tipos al 0% y volver a abrir el grifo del dinero para los bancos, que tras conocerse esta noticia cayeron con fuerza en la bolsa.
Ahora se habla de aplicar la primera subida de tipos desde 2001 a finales de 2019.
Mientras tanto, inyectará a partir de septiembre más liquidez a dos años en operaciones de liquidez trimestrales para «ayudar a preservar unas condiciones de préstamo bancario favorables» y que la política monetaria se transmita de forma suave en toda la zona del euro, es decir, que los tipos de interés sigan bajos en todos los países.
Sus previsiones bajan seis décimas el crecimiento de la zona del euro en 2019, hasta el 1,1%, una decima menos para 2002 y mantiene las de 2021.
Tras conocerse esta decisión del Banco Central Europeo las acciones de los bancos cayeron bruscamente debido a que eso en teoría frenará sus ingresos porque no subirán los tipos de interés que cobran a sus clientes.
