[dropcap]D[/dropcap]ice José Almeida, camarero del Berysa que por la Plaza Mayor pasa la vida. Lo sabe bien porque lleva trabajando en la Plaza más de veinte años.
Sepamos la razón del amor que le tenemos a estos lugares tan propios de Italia y España. De plazas hablaron en el programa de El Faro, en la SER, y Mara Torres entrevistó a José María Ezquiaga, decano del Colegio de Arquitectos de Madrid y presidente de la Asociación Española de Técnicos Urbanistas. Y claro, hablando de plazas, tenía que mencionar la Salamanca, “una de las más emblemáticas” de nuestro país, junto con la de Madrid.
Ezquiaga explicó que las plazas son un testimonio de la propia ciudad porque están llenas de tiempo. Se han ido modificando y recreando en su propia biografía. “Lo que hoy creemos que es un espacio que se ideo de una forma singular, de una sola vez, realmente es producto de una historia muy larga”. La de Salamanca tardó 26 años en construirse.
La plaza también puede ser la puerta de la ciudad. “No hablamos de un espacio geométrico único, hablamos de un sistema. Me gusta del complejo de Santiago de Compostela que hay a su alrededor otras plazas, y lo mismo ocurre en las plazas de Salamanca o Madrid. Si recorremos los entornos de la Plaza Mayor vemos que hay calles que se amplían, pequeñas plazas o plazuelas. Había todo un sistema de espacio público muy rico que es un patrimonio enormemente valioso”, puntualiza Ezquiaga.
Alrededor de la Plaza Mayor de Salmanca, su cara B, tiene la plaza de Poeta Iglesias, la del Corrillo, la de la Libertad, la del Mercado, la calle Prior, Zamora, Toro, Concejo,… Un mundo de pequeñas y singulares plazas y rincones. “Siempre vamos a encontrar ese espacio público porque son como el ADN de la ciudad y del pueblo en nuestro país”, apunta el arquitecto.
Contó en la entrevista que cuando se hizo urbanista vio que eran muy necesarios esas pequeñas plazas que es donde están los niños jugando y se produce la convivencia espontanea entre las familias. Se necesitan plazas un poco más grande donde los adolescentes pueden vivir aventuras, donde las personas mayores pueden encontrarse, donde pueden hacer gimnasia o juegos sencillos como la petanca u otros y “plazas emblemáticas como la Plaza Mayor de Salamanca o Madrid que realmente son elementos atractores para todo el mundo”.
La plaza es una geometría perfectamente diseñada como las grandes plazas de Salamanca o Madrid. «La sociabilidad espontanea es algo que la sociedad moderna no puede perder y que las plazas lo dan», concluyó.