El Juzgado de lo Penal número 1 de León ha emitido una sentencia absolutoria para los dos guardias civiles que fueron juzgados el pasado 28 de febrero por un presunto delito de coacciones que habrían cometido haciendo uso abusivo de su cargo público en un bar de la localidad de Carrizo de la Ribera (León).
Ambos negaron en la vista -entre otras acusaciones- haber obligado a tragar balas a los clientes del establecimiento, tal y como denunció la gerente, quien declaró que ella se las metió en la boca pero no llegó a ingerirlas.
La jueza del caso recoge en su dictamen que “no existe prueba suficiente de la autoría de los acusados y la prueba practicada no permite destruir su derecho a la presunción de inocencia al no haberse acreditado con la virtualidad probatoria que exige una sentencia condenatoria por hechos tan graves, que ambos hubieran intervenido en los mismos tal y como han sido relatados”. La sentencia puede ser recurrida ante la Audiencia Provincia de León.