Los casi 90.000 funcionarios de la Junta han vuelto a mostrar su malestar por que el Ejecutivo regional ha vuelto a incumplir su promesa de establecer los criterios para mejorar su carrera laboral.
En realidad solo se los ha fijado a los veterinarios que protagonizaron una campaña de movilizaciones el año pasado, pero a los demás, que también se lo habían prometido, al final los han dejado como estaban.
Y eso que el PP y el propio Mañueco les dijeron a finales del año pasado que harían una ley llamada de carrera profesional, para establecer los criterios homogéneos e igualitarios para que todos los trabajadores de la Junta supieran a qué atenerse para poder mejorar en su trabajo desde el mismo momento en el que acceden al mismo.
Se trata de que sepan qué tienen que hacer y cuándo para progresar en su puesto de trabajo. No ya de ascender de grupo y categoría, que eso es otra cosa. Sino de como un trabajador puede mejorar en su puesto por su formación, actualización de conocimientos, eficacia en su puesto de trabajo y antigüedad, para primar a los que se lo trabajan y no dejarlos como a los que vegetan en su puesto de trabajo.
UGT protestó este viernes porque «no se ha contado con los sindicatos para hablar de esto donde hay que hacerlo, en una negociación colectiva. Nos prometieron regularlo para todos y en igualdad de condiciones, pero ahora lo que se aprobó el miércoles en Las Cortes con el voto de PP y Cs no es igualitario», dijo Fernando López, responsable de Servicios Públicos en UGT Salamanca.
«Hacen propaganda electoral con los derechos de sus empleados públicos porque la Junta no ha recurrido al ámbito de negociación apropiado para hablar de las condiciones laborales de sus empleados, como son las mesas de diálogo», señaló.
«No se quiere hacer la carrera profesional, solo para determinados colectivos para que dejen de darles problemas», como los veterinarios.
