Reemplazar aceras en mal estado; renovar luminarias y alumbrado; sustituir vallas; volver a pintar; arreglar bancos y otras cuestiones de mantenimiento puro y duro constituyen una buena parte de los Presupuestos Participativos para 2019. Otro alto porcentaje de las propuestas incorporadas en los mismos forman parte de la estrategia Tormes+.
Por eso, Fevesa considera que el Ayuntamiento de Salamanca «nos quiere colar a todos los salmantinos en la partida de presupuestos participativos lo que no lo es». El resultado es que la inversión que corresponderá realmente a nuevos proyectos solicitados por los vecinos es menor de lo que debería.
Además, el proceso de elaboración de los presupuestos participativos «es farragoso», porque los participantes no conocen los criterios que se van a tener en cuenta de cara a la selección antes de plantear sus propuestas. Para que no se repitan muchas ideas (como se queja el Consistorio) y facilitar la tramitación, Fevesa propone que las asociaciones de vecinos puedan ejercer de canal informativo de las iniciativas planteadas y unificarlas cuando sean iguales. Así se le hizo saber al alcalde, Carlos García Carbayo, y la concejala de Participación Social, Carmen Sánchez Bellota, durante la celebración del Consejo de Ciudad.
Al comienzo de su celebración, todas las entidades participantes recibieron un dossier de 65 folios de información sobre lo que se iba a tratar. Sin embargo, Fevesa critica que esta documentación no les haya sido remitida antes por correo a todos para poder estudiarlas y valorarlas previamente.
La organización vecinal también reclamó ayudas para mejorar la demografía; para evitar el éxodo de los jóvenes y ofertas de ocio continuadas para los adolescentes en los barrios. No obstante, la federación reivindica que antes de crear proyectos para estos y otros colectivos el Ayuntamiento consulte a la población afectada sobre sus necesidades reales «y no se les impongan desde arriba».
