[dropcap]T[/dropcap]ras el apagón que mantuvo a Venezuela a oscuras e incomunicada por más de cien horas, desde el pasado jueves 07 de marzo, sin duda, la peor parte recayó en pacientes renales, quienes, en muchos casos, no recibieron el tratamiento de diálisis correspondiente, lo que según algunas ONG provocó unos 20 fallecimientos en la nación petrolera.
Vale recordar, que las máquinas de diálisis dependen de la energía eléctrica para poder limpiar las toxinas de la sangre de quienes, por diversas patologías, perdieron esta función natural ejercida por los riñones.
En el marco de la crisis económica que en los últimos años golpea al país caribeño, los servicios sanitarios han perdido la capacidad de asistir a los pacientes renales según los protocolos facultativos de rigor, por lo que la calidad de vida de éstos ha decaído de manera crítica.
“Desde hace dos años, aproximadamente, no recibo el tratamiento completo. Es decir, de 3 diálisis semanales de cuatro horas cada una, que debería ser lo mínimo, a veces sólo recibo hora y media, lo que afecta mi salud y la de quienes dependemos de este tratamiento para vivir. Y ahora con este corte eléctrico, no pudimos cumplir las terapias ni del viernes ni del lunes y la del miércoles fue de apenas una hora, porque algunos las necesitaban más que otros por su delicado estado de salud y se les dio prioridad”, sostuvo Hernán Contreras, paciente renal de 58 años, oriundo de San Cristóbal, Táchira, estado fronterizo con Colombia.
20 fallecimientos por el apagón nacional
En este orden de ideas, Francisco Valencia, director de la Coalición de Organizaciones Dedicadas a la Defensa del Derecho a la Salud y a la Vida (Codevida), denunció en su cuenta de Twitter que al menos 20 pacientes renales murieron, ante el colapso eléctrico que afectó por cinco días al país de Bolívar.
Según Valencia, cinco personas murieron en Caracas, una en Apure, dos en Lara, nueve en el Zulia, dos en Trujillo y una en Yaracuy, ante la falta de diálisis.
En torno a este tema, se pudo conocer que algunos pacientes que habitan en los municipios fronterizos con Colombia, a pesar de que la frontera se encuentra cerrada, se arriesgaron cruzando por ´trochas´ o caminos ilegales para solicitar sus terapias de diálisis en centros asistenciales de Cúcuta, capital del Norte de Santander, en donde ya un buen grupo de venezolanos es atendido.
“Tuve que dirigirme a Cúcuta, pasando por una trocha, pues ya me estaba hinchando. Allá me solicitaron los documentos y tras examinarme me anotaron en una lista y luego procedieron a realizarme la terapia”, relata una dama de 41 años, procedente del estado llanero de Apure.
Entre tanto, el gobierno de Maduro insiste en culpar a Estados Unidos del colapso eléctrico, esgrimiendo que se trata de un ´sabotaje´ electromagnético. “Somos el único país atacado por una guerra cibernética a nivel mundial” indicó, en cadena nacional de radio y televisión. No obstante, expertos atribuyen el incidente a la falta de mantenimiento de las plantas generadoras y a la no concreción de proyectos, cuyos recursos habrían sido utilizados indebidamente.