Dos examigos del gremio de la cerrajería se enfrentan en un juicio por un supuesto delito de daños informáticos y amenazas. Para el acusado se pide 1 año de prisión y la indemnización al denunciante por valor de 3.700€. La defensa apunta que les han solicitado dinero a cambio de retirar la denuncia desde la otra parte.
En la mañana de este jueves tuvo lugar en el Juzgado de lo Penal Nº2 un procedimiento en el cual ha acudido V.P.M. en calidad de acusado por un supuesto delito de amenazas y daños. La acusación particular viene de parte de un examigo con el cual había trabajado en ocasiones anteriores. Ambos pertenecen al gremio de la cerrajería.
Los hechos tuvieron lugar en marzo de 2015, cuando los dos implicados ya no mantenían ninguna relación. Según afirma el acusado en su declaración, dejó de darle trabajo porque llegaban todos los días cartas de Hacienda por embargos y decidió terminar con su relación de amistad.
Cuando ambos comenzaron sus actividades por separado, el denunciante comenzó una campaña publicitaria en Google anunciando su negocio. Dicha campaña tenía una duración de 172 días y tuvo que ser invalidada por Google por la cantidad de “clics” que había recibido en poco tiempo.
Según aclara el fiscal a la sala, en esas campañas se le cobra al anunciante por cada “clic” que reciba el anuncio y cuando se hace de forma reiterada queda inaccesible a otros visitantes.
V.P.M está acusado de haber realizado todos esos clics en la campaña publicitaria para inhabilitar el anuncio, ya que constan accesos desde una vivienda en Carbajosa de la Sagrada donde este vivía y desde el negocio que tenía en Canalejas.
En su defensa, el acusado alegó que “fue el padrino de mi boda, ha dormido en mi casa algunas veces, tenía el WiFi de mi casa y puede haberlo hecho él”. Ante las preguntas de la fiscalía sobre sus conocimientos de informática, el acusado niega que sepa hackear ningún dispositivo ni bloquear accesos a su WiFi en casa.
El delito de amenazas del que se le acusa tiene que ver con una llamada que supuestamente realizó el acusado al denunciante donde le amenazaba con frases como: “No vas a volver a trabajar en tu vida”, “Nadie tiene la fuerza y el dinero que tengo yo”. Como prueba se aporta una captura de pantalla del móvil del denunciante donde aparece una llamada del acusado que tuvo una duración de cuatro minutos.
Por todo ello, la valoración del Ministerio Fiscal establece que se dicte una sentencia condenatoria por un delito de daños informáticos ya que considera que existió una perturbación de las campañas publicitarias basándose en las conexiones y el número de clics que aparecen en el informe de Google. El hecho de que esa campaña tuviese que ser inhabilitada por Google pudo causar un perjuicio a la actividad laboral del afectado. También considera que se realizó con una intención dañosa. Se pide para él 1 año de prisión o alternativamente una multa de 12€ diarios durante 20 meses por el delito de daños y 1 año de prisión por el delito de amenazas. Además, las costas del procedimiento y una indemnización de 3.700€ al denunciante por la campaña.
Por su parte, la defensa considera que una captura de pantalla es una prueba insuficiente y fácilmente manipulable por el supuesto delito de amenazas. Respecto al supuesto delito de daños, manifiesta que una IP no se puede considerar una prueba directa, además de que no se ha producido un daño informático. Mantienen que la web del denunciante seguía siendo accesible por los usuarios.
Texto: J.A.G.G.