Cinco pueblos de la provincia de Salamanca han registrado un incremento de electores,significativo y no justificado en los últimos seis meses. Dos de ellos están bajo la lupa del INE, que ha detectado esas anomalías, y los otros tres los ha descubierto El Confidencial.
La Oficina del Censo Electoral, dependiente del Instituto Nacional de Estadística (INE), ha publicado en su página web un listado de pueblos que está investigando, entre los que están Arapiles, que ha pasado de 537 residentes en septiembre de 2018 a 546 en febrero de este año, y Cerezal de Peñahorcada, que en diciembre tenía 72 y en febrero de este año, 78.
Este cálculo del INE se basa en unos criterios estadísticos en base al número de altas mensuales, trimestrales y semestrales y se centra en poblaciones de menos de 2.000 habitantes. Estos son «los municipios en los que por su tamaño tienen una mayor trascendencia los empadronamientos que pudieran ser sospechosos de ser irregulares», indica el instituto.
Aunque pueda parecer algo irrelevante es un asunto de gran trascendencia porque con pocos votos se puede cambiar el resultado para elegir al alcalde en esos pueblos.
Pero El Confidencial ha analizado el último CER publicado, a 1 de febrero, y comparado con los anteriores meses, y ha detectado 99 casos anómalos más a los que añadir a los 30 investigados por la Junta Electoral Central, lo que apunta a un nivel de fraude mayor. El censo para las elecciones se cerró el 1 de marzo de 2109 y en muchos pueblos afectados por la despoblación muestran una curva sorprendente. Tras meses y años de caídas hay repuntes notables.
Estos 99 ayuntamientos han experimentado un incremento de población superior al 5% en el último trimestre respecto al anterior, lo que se han traducido en aumentos absolutos superiores a los 6 electores, una cifra considerable para pueblos de unas pocas decenas de habitantes.
Entre estos últimos aparecen Buenavista, que ha pasado de 261 vecinos a 284, Villagonzalo de Tormes (tenía 182 en noviembre y en febrero de este año, 198) y Olmedo de Camaces (que tenía 97 residentes en diciembre y en febrero, 110).
