Los estudiantes de Meidicina se han manifestado este miércoles para protestar por la nueva normativa de matriculación del Grado en Medicina de la Usal.
Los alumnos han recorrido desde la facultad, en el campus Unamuno, hasta el rectorado, para llevar su malestar hasta el rector, que llegó a mostrar su empatía con la reivindicación de los estudiantes, pero tras la amenaza del decano de Medicina de dimitir si el máximo responsable de la Usal impedía el encarecimiento de la carrera, dio marcha atrás.
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En su recorrido han coreado eslóganes como «Usal, Usal, postureo internacional», «Faltan los créditos no estamos todos» o «Dejad las tijeras para cirugía».
Antes de esta normativa que pretende entrar en vigor partir del curso 2019-2020, los alumnos de Medicina podían matricularse de hasta 72 ECTS de primera matriculación (exceptuando el primer curso, donde son 60 ECTS en el conjunto del año). Pero con la nueva normativa solo podrán matricularse en 62 ECTS de primera matrícula a partir del segundo curso, diez menos que ahora.
Los créditos ECTS se basan en el trabajo personal del estudiante, en todas las actividades de su proceso de aprendizaje (horas lectivas, horas de estudio y elaboración de trabajos y prácticas). Un ECTS equivale a un número determinado de horas lectivas, o de estudio o de trabajos del alumno.
Esta medida puede alargar los años de estudio de los estudiantes de Medicina de la Usal, lo que supone un incremento del esfuerzo económico que las familias tienen que hacer, tanto por el gasto que supone vivir un año más en la ciudad, como por las posibles matriculaciones de asignaturas suspensas con un precio de 45,38€, 98,32€ y 136,14€ el crédito para las segundas, terceras y siguientes matrículas. Es decir, una asignatura suspensa en este grado costaría entre 136,14€ y 635,32€ para una segunda matrícula; entre 294,96€ y 1376,32€ para una tercera matrícula y entre 408,42€ y 1905,96€ para las siguientes matriculaciones.
Igualmente, existirían grandes dificultades para los estudiantes que hacen un Erasmus o un Sicue, así como también para quienes vienen haciendo un traslado a la Universidad de Salamanca, ya que esta medida alargaría un año más la financiación del grado.
Además, los estudiantes de la Usal tendrán menos tiempo para preparar el MIR al no poder ir eliminando materia durante los cursos anteriores y no permitiéndoles tener un sexto curso más ligero.
También critican las “claras deficiencias estructurales y la carencia de recursos que sufre la Facultad de Medicina. Tenemos que afrontar casi 2.000 euros por el pago de nuestras matrículas, ya que las matrículas de las universidades de Castilla y León son las terceras más caras del país y apenas contamos con profesorado para nuestras prácticas”, indican los estudiantes.
Afirman que “al final, quienes corremos el riesgo de ser perjudicados enormemente somos los hijos e hijas de la clase trabajadora, que somos quienes menos capacidad económica tenemos para mantenernos estudiando”.