La fiesta y la reivindicación se fundieron de nuevo en Villalar de los Comuneros en el día grande de la fiesta de Castilla y León. La defensa de la sanidad pública, de unas pensiones dignas, la lucha de la ‘España vaciada’ o el no a los proyectos de minas protagonizaron la protesta social en una edición que antecede a las elecciones generales y autonómicas y municipales de mayo, marcadas por “dosis de ilusión” y “expectativas de cambio” en los partidos de izquierda. El cielo cubierto, amenaza de lluvia y frío abrió paso al sol a final de la mañana, con la presencia de 13.000 personas (4.000 coches y 23 autobuses) a la una de la tarde, una cifra que después empezó a bajar ante las malas previsiones meteorológicas para la tarde en la campa.
Los más madrugadores fueron los dirigentes del Partido Popular, en una comitiva encabezada por su candidato a la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y los candidatos al Ayuntamiento de Valladolid, Pilar del Olmo; Diputación, Jesús Julio Carnero; Congreso, Isabel García Tejerina, y Cortes, Raúl de la Hoz, entre otros.
El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, aquejado de un resfriado, no pudo acudir a Villalar, en una visita que ha realizado todos los años desde el 2002, cuando lo hizo por primera vez tras acceder en marzo de 2001 a la Presidencia de la Comunidad.
Los problemas en la confección de las candidaturas al Ayuntamiento de Valladolid y a las Cortes, resueltos finalmente con la inclusión de Carnero como número tres a la municipal, y el debate protagonizado anoche en Televisión Española entre Pedro Sánchez (PSOE), Pablo Casado (PP), Albert Rivera (Cs) y Pablo Iglesias (Podemos) centraron las declaraciones de los principales líderes políticos de la Comunidad.
El socialista Luis Tudanca, aupado por el primer presidente de la Junta, Demetrio Madrid, reconoció que es un Villalar especial por las expectativas de cambio a partir de mayo en el Gobierno de la Comunidad tras 33 años del Partido Popular. Al mensaje de cambio se sumaron Pablo Fernández (Podemos), Francisco Igea (Ciudadanos) y José Sarrión (IU).
Un día de reivindicaciones
La celebración del Día de la Comunidad también fue aprovechada por algunos colectivos sociales para alzar su voz y recordar sus demandas. Un claro ejemplo fue la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública de Castilla y León, que demandó más presupuesto para el sistema sanitario autonómico y menos externalizaciones privadas. “No vamos a permitir que los especuladores y los fondos buitres que habitan los trust dueños de la sanidad privada hagan negocio con nuestra salud, la de nuestros pueblos, hijos y mayores”, denunciaron los portavoces de la organización durante la lectura del manifiesto.
La Plataforma aseguró que “vigilarán y lucharán contra lo que ellos llaman externalizaciones, que no es otra cosa que un eufemismo para evitar llamar a las cosas por su nombre”, ya que, en opinión de la Plataforma, “externalizar es privatizar” y, como consecuencia de ello, “derivar el dinero público que se obtiene del sudor del trabajo”.
Otro de los colectivos que se concentraron ante el monolito de homenaje a los comuneros, en la Plaza de España de Villalar de los Comuneros, fue la Coordinadora Autonómica en Defensa del Sistema Público de Pensiones, integrada por varias provincias, y el colectivo de Parados en Movimiento de Valladolid, reclamaron una prestación económica suficiente y condiciones laborales adecuadas para llevar una vida digna.
El representante de Parados en Movimiento de Valladolid, Luis González, se posicionó a favor de conseguir que haya empleo para todos, de jornada completa si es posible, y que se pueda tener un proyecto de vida. “Para ello también se tener un sueldo suficiente”, expuso.
El portavoz de la Coordinadora Autonómica en Defensa del Sistema Público de Pensiones, Jesús Isabel Martín, expuso que la cantidad que se percibe en el caso de este colectivo “es de las más miserables de este país” y exigió que al menos “sea digna” ya que no se puede seguir estando “a cola de otras autonomías”, por lo que reclamó que se cobre como pensión mínima al menos 730 euros. En este sentido, recordó que de las 610.000 pensiones que se pagan en Castilla y León unas 300.000 no llegan a los 600 euros.