[dropcap]U[/dropcap]n salmantino amante de la pesca y del mar ha decorado su balcón como un pequeño puerto
No le falta detalle, redes, flotador, cochas,… Llama la atención lo minucioso y bien decorado que tiene el balcón este vecino de la calle Juan Picornell.
El océano Atlántico lo tenemos a escasos 200 kilómetros, el mar Cantábrico, un poco más lejos y el Mediterráneo a muchas horas, pero al pasar por el balcón de este salmantino amante del mar y de los aperos de la pesca, parece que ya huele a sal.