Rafael Nadal, que hace unos meses no sabía si iba a poder competir en Roland Garros, levantó este domingo su duodécimo título en el complejo tenístico del Bois de Boulogne de París.
El tenista española se deshizo del austriaco Dominic Thiem, llamado a ser su sucesor en el trono de la tierra batida, por 6-3, 5-7, 6-1, 6-1.
Un hito que agranda la leyenda del tenista de Manacor, un deportista de época como tardaremos en ver en este país.
De momento ha ampliado su dominio sobre este torneo como no hay precedentes en ninguna otra disciplina.
De Pedro Sánchez a Rufián, pasando por Banderas y Gasol, el país entero se rinde ante su nueva gesta y las redes se inundan de felicitaciones a Nadal.
Pero los franceses, que estuvieron calladitos en el último tramo del partido, como si tuvieran un disgusto enorme, dieron la nota. Sin bandera, problemas de sonido con el himno… la celebración de Rafa Nadal en Roland Garros fue caótica.