El pabellón municipal de Alba de Tormes se quedo pequeño este lunes para acompañar a las familias de los cuatro jóvenes, dos de ellos menores de edad, fallecidos este domingo en un accidente de tráfico ocurrido en Galisancho, cuando regresaban de las fiestas de Santa Inés.
Bajo un calor tórrido los albenses expresaron sus condolencias por el trágico accidente que segó cuatro vidas jóvenes, en medio de un respetuoso silencia solo roto por aplausos al final de la mañana, cuando los coches fúnebres se llevaban los féretros de las cuatro víctimas mortales de 25, 20 y dos de 17 años.
La alcaldesa de la villa, Concepción Miguélez, llevaba en el rostro desencajado el reflejo del sentimiento de un pueblo que ha quedado en shock tras la fatal noticia del accidente mortal en Galisancho.
Muchos son los comentarios y las especulaciones sobre el suceso, pero la delegada del Gobierno en la región, Mercedes Martín, y la subdelegada en Salamanca, Encarnación Pérez, pidieron calma para esperar a conocer la investigación abierta sobre un suceso que ha encogido el alma a los albenses.
También acudieron el teniente coronel dela Guardia Civil, Jorge Montero Llácer, el delegado dela Junta en Salamanca, Bienvenido mena, y el presidente de la Diputación, Javier iglesias.
Un equipo de psicólogos del 112 y de Cruz Roja han acompañado toda la noche del domingo y la mañana del lunes a los familiares desconsolados de los cuatro chicos fallecidos, para ayudarles a sobrellevar el duelo en el inicio de sus vidas, que quedaron rotas a las 7.25 horas del domingo en aquella curva de Galisancho.
