La crisis alimentaria de Andalucía ha sumado en las últimas dos nuevos motivos para empeorar la sensación de desamparo de los ciudadanos.
Se ha sabido que en medio de la crisis el presidente autonómico, Juan Manuel Bonilla, se fue a pasar el fin de semana a Galicia, donde fue fotografiado con el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo comiendo apaciblemente ajenos a cualquier preocupación. Feijóo ha salido en su defensa diciendo que Bonilla tiene derecho a estar dos días fuera del despacho permanentemente pendiente de lo que ocurre en su despacho.
Y este lunes, ABC publica una entrevista con el gerente de Magrudis, la empresa que fabricaba la carne origen del brote de listeriosis, José Marín, ha asegurado que su fábrica de Sevilla tenía un protocolo de limpieza diario y ha declarado: «Si encuentran bacterias en un quirófano, ¿cómo no va a haber en mi fábrica?».
«No sé ni lo que me habré gastado en lejía», dice José Marín, quien señala que lo siente mucho por los afectados y se lamenta de que «aunque no supondrá la ruina, nos va a costar mucho salir de esto».
Tal como aseguró Magrudis este domingo en un comunicado, su gerente explica que «días antes de ser envasada la carne» tenían un informe de una empresa externa que certificaba que la carne mechada era libre de listeria». También duda de que un carro de horneado estuviera contaminado, tal como señala un informe preliminar del laboratorio municipal de Sevilla ya que «se pone a 240 grados», aunque reconoce que tras el horneado esos dispositivos se llevaban a una zona de enfriado.
El brote de listeriosis se originó en la planta de Magrudis donde se elaboró la carne mechada de la marca «La Mechá», aunque los análisis revelan que también están contaminados el lomo al jerez, el lomo a la pimienta y la carne que esta empresa distribuyó a Comercial Martínez León y que se vendió como marca blanca.